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Etiqueta: industrial

María Paula Morales

MARÍA PAULA MORALES
“ME GUSTA SENTIR QUE LO QUE HAGO ESTÁ APORTANDO A UN OBJETIVO Y QUE MI DESEMPEÑO HACE LA DIFERENCIA PARA LOGRARLO”

Noviembre de 2022
María Paula decidió estudiar Ingeniería Industrial porque vio en esta carrera un amplio campo laboral y la opción de ir moldeando sus intereses a las diferentes ramas que esta ofrece.

Carrera: Ingeniería Industrial.

Promedio: 4,6.

Esta ingeniera uniandina nos cuenta las 5 cosas que marcaron su paso por la Facultad de Ingeniería.

¿Por qué estudiaste Ingeniería Industrial? Inicialmente por mi familia, mis papás son ingenieros industriales de la Universidad Javeriana y siempre estuve en contacto con lo que se podía llegar a hacer estudiando esta carrera. También, sabía que lo que me gustaba iba por el lado de las matemáticas y no por las ciencias sociales, así que viendo la carrera me di cuenta que tiene un campo laboral muy amplio y la opción de ir moldeando mis intereses a las ramas que esta ofrece.

¿Cuál es tu mayor pasión? Tengo dos grandes pasiones, la primera va alineada con mi personalidad ambiciosa y es generar un cambio en el trabajo que haga. Me gusta sentir que lo que hago está aportando a un objetivo y que mi desempeño realmente hace la diferencia para lograrlo. La segunda, es poder conocer cosas nuevas, me apasiona viajar dentro y fuera de Colombia, conocer otras culturas, cómo viven, sus costumbres e historias.

¿Cuál fue la clase que más te impactó? La clase que más me impactó fue SAD (Sistemas de Apoyo a la Decisión). Esta asignatura se ve en segundo semestre de Industrial y es la primera en la rama de investigación de operaciones. Esta clase provee herramientas muy útiles, no solo para la vida laboral sino para tareas del día a día que se vuelven más eficientes. Además, tuve la oportunidad de formar parte del equipo docente del curso durante un año y medio de la carrera, primero como monitora y después como doble monitora. Esto también me impactó de manera personal, aprendí a relacionarme como docente con los estudiantes, aprendí a dictar una clase, preparar ejercicios que realmente aporten a un mayor entendimiento. Tuve un primer acercamiento a responsabilidades laborales de entrega, organización y cumplimiento de objetivos.

¿Cuál fue tu mayor aprendizaje en Uniandes? Considero que mi mayor aprendizaje en Uniandes fue la distribución y priorización de mi tiempo y actividades. En Ingeniería Industrial la carga de talleres, parciales, videos, bonos es bastante alta, por esta razón, es indispensable organizar el tiempo para cumplir con lo que se requiere en cada clase. Esto es una herramienta muy útil, no solo para la vida laboral, sino personal, aprendes a balancear tu tiempo personal con las responsabilidades del trabajo.

¿En qué trabajas y cuáles son tus proyectos a futuro? Actualmente me encuentro trabajando en una empresa de tecnología llamada SAP, en el área de Analytics & Insights para preventa en América Latina y el Caribe. A futuro espero poder seguir creciendo dentro de la compañía, poder aprender de las personas con más experiencia, ver diferentes soluciones e industrias del mercado y aportar lo que sé y lo que vaya aprendiendo para mejorar los procesos que se llevan a cabo. Espero poder liderar equipos de solución de cara al cliente. De manera paralela me gustaría no dejar de lado mis proyectos personales, poder sacar espacios para pasar en familia, seguir conociendo mi país y viajar para aprender de otras culturas.

¿Qué consejo le darías a un “primíparo”? Le diría que hay que intentar, no dejarse agobiar por las tareas o actividades. Siempre pasa que en semanas muy específicas del semestre se acumula todo y en vez de entrar en pánico y hacer las cosas a medias, lo importante es organizarse y poder determinar qué hacer y en qué orden. El proceso no puede convertirse en una tortura o terminar haciendo las cosas solo por ´chulearlas´, hay que sacar provecho de todo lo que se hace y potenciar el proceso de aprendizaje.

Nicolás Alberto Cáceres es ingeniero civil, graduado como Summa Cum.

NICOLÁS ALBERTO CÁCERES
“LOS INGENIEROS TENEMOS LA POSIBILIDAD DE CREAR COSAS QUE PUEDEN MEJORAR LA VIDA DE LAS PERSONAS”


Julio de 2022
Actualmente se desempeña como COO y cofundador de
Capta, una herramienta de software para el análisis y gestión de solicitudes como: PQRS, solicitudes de proveedores o de servicio al cliente, posventas, procesos internos, entre otras. Nicolás nos cuenta cómo la pandemia afianzó la responsabilidad que como ingeniero tiene en la construcción de un mejor país. 

Carrera: Ingeniería Industrial.

Promedio: 4,64.

¿Por qué estudiaste Ingeniería Industrial ? Dentro del pregrado de Ingeniería de Sistemas y Computación debíamos ver una electiva en otra Ingeniería, en el 2018 opté por cursar la electiva Principios de Optimización ofrecida por el Departamento de Ingeniería Industrial. En este curso, el profesor Andrés Medaglia fomentó mi pasión por la carrera y en particular por el área de investigación de operaciones.

¿Cuál es tu mayor pasión? Desarrollar herramientas que generen impacto. Los ingenieros tenemos la posibilidad de crear cosas que pueden mejorar la vida de las personas o los procesos de las empresas a través de matemáticas, software u otro tipo de soluciones.

¿Cuál fue la clase que más te impactó? Es difícil quedarme con una sola, sin embargo, escogería Principios de Optimización y Probabilidad y Estadística II, dictadas por los profesores Andrés Medaglia y Carlos Caro. Estas dos materias cambiaron definitivamente mi forma de ver la Ingeniería Industrial y de pensar, entender y resolver los problemas. Además, me dieron herramientas que espero aplicar con frecuencia en mi campo profesional.

¿Cuál fue tu mayor aprendizaje en Uniandes? Gran parte de mi pregrado se desarrolló durante los años 2020 y 2021, durante este periodo fuimos testigos de grandes crisis sociales, económicas y de salud pública en Colombia y el mundo. En distintos espacios de reflexión en mis clases, llegamos a la conclusión que como ingenieros uniandinos, fuimos muy afortunados de tener acceso a esta formación y, por lo tanto, tenemos la responsabilidad de ir más allá del deber desarrollando nuestras profesiones y aportando en nuestro diario vivir, un granito de arena para construir un mejor país.

¿En qué trabajas y cuáles son tus proyectos a futuro?

Actualmente soy COO y cofundador de Capta, con la que creamos un software para el análisis y gestión de solicitudes como: PQRS, solicitudes de proveedores o de servicio al cliente, posventas, procesos internos, entre otros tipos.  

Nuestra herramienta busca solucionar problemas como: solicitudes no atendidas, pérdida de traza de los casos, automatización de procesos manuales, entre muchos otros. En el largo plazo, después de contar con mayor experiencia laboral, me gustaría realizar la maestría en Inteligencia Analítica de Datos y ojalá comenzar a trabajar como profesor de cátedra en la universidad.

¿Qué consejo le darías a un “primíparo”?  Que disfruten esta etapa, es un momento de la vida donde van a encontrar personas que querrán mantener por siempre, donde van a aprender cada día cosas nuevas. Además, no se pongan presiones o afanes innecesarios, aprovechen las distintas oportunidades que ofrece la universidad. En cuanto a lo académico, que no se queden únicamente con lo que aprenden en sus clases, ya que es ahí donde encontrarán lo que realmente les apasiona. Se abrirán muchas puertas y cuatro años no serán suficientes para conocer lo grande que es el mundo de la Ingeniería.

Michel Succar, ingeniero uniandino

MICHEL SUCCAR
“MI MAYOR PASIÓN ES LOGRAR UN IMPACTO POSITIVO EN LA SOCIEDAD”


Diciembre de 2021
Michel Succar se desempeña actualmente como Ingeniero de Software en la Organización Europea para la Investigación Nuclear -comúnmente conocida por la sigla CERN- una organización de investigación europea que opera el laboratorio de física de partículas más grande del mundo. “Creo que no pude encontrar una mejor manera de apoyar el desarrollo de la sociedad que trabajando en uno de los experimentos más grandes de la ciencia”, menciona Michel, quien obtuvo el mejor resultado en las pruebas SABER PRO 2020 de educación superior de todos los estudiantes de ingeniería de Los Andes.

Este ingeniero uniandino nos cuenta las 5 cosas que marcaron su paso por la Facultad de Ingeniería.

Carrera: Doble programa: Ingeniería Industrial e Ingeniería de Sistemas y Computación

¿Por qué estudiaste Ingeniería Industrial e Ingeniería de Sistemas y Computación? Estudié Ingeniería Industrial e Ingeniería de Sistemas y Computación porque creo que a través del entendimiento de los sistemas industriales del mundo y con la ayuda de la tecnología, se puede realmente generar un impacto positivo en cualquier lugar, sobre todo en Colombia.

¿Cuál es tu mayor pasión? Mi mayor pasión en la vida es tener un impacto en la sociedad a través de mi trabajo. Generar o contribuir en un proyecto que realmente cambie la forma en la que se desarrollan o se comportan las comunidades me causa una gran inspiración y emoción al momento de trabajar.

¿Cuál fue la clase que más te impactó? Nunca se me van a olvidar dos materias, una de cada programa. La primera, Simulación de Eventos Discretos. Esta para mí fue una clase donde realmente confirmé el impacto que podía generar la Ingeniería Industrial en el mundo real, pero, además, fue exigente, complicada y tediosa; muy apasionante. La segunda, Desarrollo de Soluciones Cloud. Nuevamente, me encontré con la manera de llevar mi trabajo al mundo, que realmente había una forma de convertir grandes proyectos en realidad.

¿Cuál fue tu mayor aprendizaje en Uniandes? Me di cuenta de que siempre serás tan bueno como tu último proyecto, trabajo, emprendimiento, o como quieran llamarlo. No importa si has hecho cien malos proyectos, lo importante es haber aprendido de ellos y mejorar en el siguiente. Que al momento de enseñar algo de lo que realmente se está orgulloso y que los demás lo aprueben o incluso admiren, será un punto de quiebre donde ya no serás el de los cien malos proyectos sino el «duro» que presentó ese gran último proyecto.

¿En qué trabajas y cuáles son tus proyectos a futuro?  En este momento, soy Ingeniero de Software en el CERN. Creo que no pude encontrar una mejor manera de apoyar el desarrollo de la sociedad que trabajando en uno de los experimentos más grandes de la ciencia. Una gran manera de empezar mi vida profesional, pero también, de abrir puertas a nuevas experiencias y oportunidades, como lo es participar en un lugar multicultural como el CERN. Así, en un futuro, pienso realizar una maestría donde pueda aprovechar todo lo que he aprendido y conocido en esta etapa de mi vida para expandir mis capacidades y mi mente.

¿Qué consejo le darías a un “primíparo”?  Teniendo mi camino un poco más claro, hoy por hoy, le aconsejaría a cualquier «primíparo», que nunca mire para atrás. Que no se desmoralice por malas notas o por obstáculos en el camino. Siempre se puede mejorar, toca tomar cada experiencia, y, sobre todo, cada error, como un aprendizaje del pasado, pero dejándolo ahí, en el pasado. Mirando siempre al futuro con la frente en alto y las metas claras. Siendo positivo y concentrándose en el presente siempre se presentarán oportunidades que pueden cambiar la vida.

Sandra Borda Ferro, ingeniera industrial, Universidad de los Andes.

SANDRA BORDA FERRO
“LOS DATOS TIENEN EL PODER DE TRANSFORMAR VIDAS”

Diciembre de 2021
En diciembre de 2020, la Alcaldía de Bogotá lanzó Ágata, la primera agencia analítica de datos de Colombia y una de las pocas que operan en el mundo. Un proyecto sin precedentes que nació con el propósito de transformar la información de los ciudadanos en datos valiosos que permitan tomar decisiones que mejoren su calidad de vida.

Con este proyecto, Bogotá busca además posicionarse en el mundo como una ciudad inteligente. Un reto mayúsculo que estuvo, desde su primer día, en cabeza de Sandra Borda Ferro, una ingeniera industrial uniandina, para quien el análisis de datos se ha convertido en la base de su trabajo para mejorar diferentes entornos.

Su gusto por los números y su inquietud por entender en detalle cómo funcionan las cosas, la llevaron a tomar la decisión de estudiar Ingeniería y luego optó por hacer su énfasis en producción y finanzas. Su encanto por el análisis de los datos lo fue encontrando poco a poco a lo largo de su carrera.

Una vez se graduó como ingeniera realizó el Programa Integral de Dirección de la Universidad de la Sabana, y posteriormente un MBA en la Universidad de Barcelona. De manera complementaria realizó los cursos de Introducción al Análisis de datos para la toma de decisiones y Transformación digital, también en Los Andes.

Durante sus primeras experiencias laborales, en compañías tan importantes como Nielsen y Rappi, que fueron clave, de acuerdo con Borda, para potenciar y profundizar habilidades en ciencia, modelos, productos y estructuras de datos, esta ingeniera uniandina logró desempeñar labores estratégicas en diferentes áreas.

Uno de sus principales logros fue liderar el equipo de Data Science de Nielsen, inicialmente para Colombia y luego para la zona de América Latina del norte. “El reto en esta labor estuvo en liderar un área en la que si bien tenía conocimiento técnico no era experta, más aún teniendo en cuenta que este era el proyecto más grande –en ese momento– para la operación de la compañía en el país. Nuestro equipo de Data Science fue reconocido como el más innovador en el área de Data Science dentro del grupo de países en crecimiento”, agregó la ingeniera uniandina.

Una estrecha relación con los datos

Durante estos años de experiencia laboral, Borda ha centrado su trabajo en el análisis de datos como guía y base para el mejoramiento y la creación de procesos y equipos de alto impacto, más eficaces y exitosos.

Así que si alguien tenía las capacidades para asumir el reto de darle vida a Ágata, sin duda era ella, quien desde el inicio le aportó al proyecto una visión clara de la importancia de los datos y sus aplicaciones para mejorar la calidad de vida de las personas.

La analítica usada por Ágata ayuda, por ejemplo, a gestionar servicios sociales con una visión completa sobre los requerimientos de los ciudadanos, permite dar respuesta automática a solicitudes por redes sociales, disminuir el consumo de energía del alumbrado público con el uso de sensores inteligentes, hacer seguimiento a riesgos como inundaciones, deslizamientos o incendios forestales y ofrecer soluciones para que los comerciantes informales tengan acceso a microcréditos del sistema financiero con mejores condiciones, para evitar la usura, entre muchas otras posibilidades.

Ágata desarrolla soluciones innovadoras y sostenibles que promueven y mejoran la toma de decisiones a partir de los datos para definir las bases de una ciudad inteligente

“La magia de crear una empresa trae la oportunidad de poder definir de cero los diferentes pilares de la misma. En este caso, Ágata fue concebida como la agencia que desarrolla soluciones innovadoras y sostenibles que promueven y mejoran la toma de decisiones a partir de los datos, generando un impacto positivo en la sociedad, además de definir las bases de una ciudad inteligente”, señaló Borda.

Tanto en Ágata, como en sus demás experiencias laborales, Borda ha aplicado aprendizajes valiosos que le dejó su paso por Los Andes, entre estos el desarrollo de un pensamiento crítico y un esquema mental para abordar situaciones en busca de soluciones y encontrar en la diversidad la mejor manera de aprender y hallar formas diferentes y mejores de hacer las cosas.

“En la universidad tuve la oportunidad de conocer personas de diferentes carreras, culturas e ideologías y aprendí a valorar la diversidad tanto en el trabajo en equipo como en mi vida personal. No basarse en definiciones preestablecidas o paradigmas. Reconocí el valor de la flexibilidad aplicada al desarrollo personal. Si bien hay materias que definitivamente debes cubrir para ejercer una profesión, cada uno tiene la capacidad y la responsabilidad de diseñar su plan de estudios enfocado en lo que quiere hacer en el futuro. En la vida profesional lo he aplicado igual, creo que el plan de carrera no es responsabilidad de las empresas; aunque existen unos mínimos en un perfil para poderlo ejercer de manera adecuada, trabajar y prepararse para el rol está en la capacidad y responsabilidad de cada uno”, añadió.

En la universidad tuve la oportunidad de conocer personas de diferentes carreras, culturas e ideologías y aprendí a valorar la diversidad tanto en el trabajo en equipo como en mi vida personal.

En busca de la equidad

Sandra Borda es una de las tantas ingenieras que ha roto paradigmas y ha contribuido a cerrar las brechas de género que aún se presentan en el mundo. Si bien, ella ha tenido la posibilidad de asumir papeles de liderazgo en áreas técnicas con alta responsabilidad y ser reconocida en ellos, además de estar acompañada por otras líderes de gran trayectoria y admiración, reconoce que es innegable que todavía y en la medida que los trabajos son más técnicos, menos administrativos y existe una mayor responsabilidad, la proporción de ellas disminuye.

“Para seguir cerrando estas brechas, es necesario eliminar las etiquetas que históricamente hemos definido como trabajos de hombres y trabajos de mujeres, porque cualquiera de los dos tienen la capacidad de ejercer diferentes labores, lo importante es identificar las fortalezas de cada uno. Es clave que en lugar de buscar la igualdad –porque somos diferentes biológica, física y psicológicamente– busquemos la equidad y aprovechemos las diferencias. En la medida en que las mujeres tengamos las mismas oportunidades y se valoren las diferencias, de manera natural el mercado laboral irá eliminando estas inequidades”, concluye Borda.

“En la medida en que las mujeres tengamos las mismas oportunidades y se valoren las diferencias, de manera natural el mercado laboral irá eliminando estas inequidades”

Durante su gestión para darle vida a Ágata, encontró la oportunidad para que muchas mujeres de su equipo lograran ocupar diferentes espacios y roles estratégicos, en los que si bien la proporción de hombres sigue siendo mayor, logró generar las condiciones para seguir equiparando la balanza.

Su convicción siempre ha sido contar con equipos de trabajo diversos que logren sacar el mejor provecho de las diferencias y las fortalezas que tiene cada uno de sus miembros. Ese fue uno de sus grandes aportes para consolidar este gran proyecto que ahora deja para emprender nuevos retos.

“Para mí es muy importante que lo que Agata está haciendo realmente logre el impacto que sabemos que tiene, ese fue mi mayor compromiso”, concluyó.

Paula Rey, Directora de Diageo Colombia. Ingeniería Industrial Universidad de los Andes.

PAULA REY
«LAS INGENIERAS TENEMOS TALENTO PARA INNOVAR»

Septiembre de 2021
“No hay que saberlo todo, hay que saber preguntar y dónde buscar”, esta frase que Paula Rey, directora general de Diageo Colombia, aprendió en Los Andes se ha convertido, sin duda, en fundamento clave para alcanzar las metas que se ha propuesto.

Paula se graduó de Ingeniería Industrial de la Universidad de los Andes en el año 2000. Una carrera que ella concibe como integral, completa y con un amplio campo de acción. La vida le dio la razón, pues su profesión le ha dado la oportunidad de desempeñarse en diferentes cargos.

Una vez culminó sus estudios, esta ingeniera uniandina hizo un intercambio internacional gracias a la organización global juvenil AIESEC, que ha conectado a más de 2.500 jóvenes colombianos egresados de instituciones de educación superior con entidades y organizaciones en más de 124 países alrededor del mundo.

Esto le permitió a Paula trabajar en Eslovaquia, en pleno corazón de la Unión Europea, donde empezó una destacada historia de logros profesionales.

A su regreso a Colombia, en 2001, ingresó a trabajar a la que ella considera su “casa”. Se trata de Diageo, la multinacional líder en el mundo de las bebidas alcohólicas premium con presencia en más de 180 países.

“Inicié como ejecutiva de Trade Marketing en el área de ventas. Desde entonces, he podido crecer como persona y profesional desempeñando diversas funciones en diferentes industrias y países, aportando tangiblemente al desarrollo de los negocios”, señaló Paula.

“He podido crecer como persona y profesional desempeñando diversas funciones en diferentes industrias y países, aportando tangiblemente al desarrollo de los negocios”Paula Rey

En sus primeros pasos como ejecutiva de Trade Marketing logró hacer más eficiente la inversión BTL de las marcas, a través de un cambio de esquema de pago por bonificación variable al personal de impulso, beneficiando al recurso humano.

En 2002 pasó al área de Mercadeo, luego fue asistente de marca de Johnnie Walker y gerente de marca de Baileys. Para 2005 ya se había convertido en una de las jóvenes más destacadas dentro de la industria, lo que le permitió seguir creciendo profesionalmente por fuera de su casa laboral.

En 2005 ingresó a Kimberly-Clark como gerente de marca senior para aprender del mundo B2B y en 2007 viajó a Panamá para ser parte del equipo de SABMiller como gerente de marca senior de Cerveza Atlas, en donde amplió sus conocimientos sobre el mundo del consumo masivo.

Fueron años de mucho trabajo y grandes aprendizajes. En Kimberly Clark logró mejorar la rentabilidad total de portafolio de manera significativa e implementar planes de lealtad con sus principales clientes.

Durante su paso por SABMiller vivió quizá uno de sus mayores desafíos profesionales, pues la marca que gerenciaba presentaba caídas importantes en todos sus indicadores, lo que le permitió fortalecer sus conocimientos en las áreas de diagnóstico, posicionamiento de marca y diseño de empaques.

Pero como dice el adagio popular “el buen hijo vuelve a casa”, en 2010 Paula regresó a Colombia y a Diageo para desempeñarse como gerente de marca senior de Johnnie Walker y Old Parr, gerente del grupo de Whisky y directora de Mercadeo e Innovación de la compañía. Durante todos estos años, los logros en su “casa” han sido fundamentales para la compañía y han permitido posicionarla aún más en sus distintos mercados.

Causa y efecto

Para Paula todos los logros alcanzados tienen varias razones, la autodisciplina, el pensamiento crítico y estratégico y saber poner en práctica el concepto de reingeniería que aprendió durante su paso por la universidad y que ha aplicado durante toda su vida profesional, lo que le ha permitido crecer en el mundo corporativo.

“En la vida real, en muy pocas ocasiones, alguien se sienta a enseñarte, a mostrarte el camino o decirte cómo hacer algo, eso lo conseguí en la Universidad de los Andes”Paula Rey

En enero de este año, Paula fue promovida como gerente general de Diageo Colombia. Su gran reto, lograr la democratización de las marcas internacionales de la compañía, a través del desarrollo de la industria hacia una más moderna, responsable y equitativa, por medio de la educación y la generación de oportunidades laborales, tanto de la compañía como de su gente.

Todo esto enmarcado en los pilares fundantes de la visión de la organización Society 2030 que busca dejar un impacto positivo en el entorno en el que opera.

Ingenieras que son ejemplo a seguir

Paula hace parte de las ingenieras de Colombia que han contribuido a cerrar las brechas de género que aún se registran en el mundo.

“Por ejemplo, las carreras STEM todavía son un terreno mayoritariamente ocupado por hombres. De acuerdo con un informe de la UNESCO, solo el 35 % de los estudiantes matriculados en las carreras vinculadas a las STEM en la educación superior son mujeres y solo el 3 % de las estudiantes en educación superior escogen realizar estudios en el ámbito de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Por esta razón, es importante incentivar a las niñas y adolescentes a desempeñarse en estos campos, teniendo en cuenta que, en el contexto de la cuarta revolución industrial, el talento de las mujeres y sus capacidades son clave para contribuir a la innovación, combatir el cambio climático, tener organizaciones más eficientes y, en una instancia más global, construir una sociedad más sostenible y próspera”, agregó.

En su concepto, ella ha contado con la fortuna de hacer parte de una organización como Diageo, en la que la equidad de género se viene trabajando desde hace décadas, logrando enormes avances.

“En Diageo, por ejemplo, trabajamos continuamente en entender la realidad y necesidades de todos nuestros empleados para generar no solo mayor representación en las diferentes áreas y niveles de la organización, sino un ambiente inclusivo en el que todos sientan que pueden desarrollarse personal y profesionalmente. Específicamente hemos cerrado la brecha salarial pasando de 12.9 % en Colombia a cero en Diageo. Así mismo, tenemos una representación de género en cada nivel de la organización de cerca del 50 %. Este es un tema en el que la empresa privada puede tener un rol preponderante”, añadió.

“El talento de las mujeres y sus capacidades son clave para contribuir a la innovación, combatir el cambio climático, tener organizaciones más eficientes y, en una instancia más global, construir una sociedad más sostenible y próspera”Paula Rey

Ahora como líder de Diageo en Colombia y como parte del plan de sostenibilidad de la compañía, Society 2030, Paula continuará trabajando para fomentar la promoción de la inclusión y la diversidad, preservar los recursos naturales y generar un impacto positivo en las comunidades en la que viven, trabajan y operan.

Jaime Galviz, Gerente de Microsoft Colombia.

JAIME GALVIZ
“PREGUNTÉMONOS: ¿CÓMO AYUDO A LOS DEMÁS?”

Octubre de 2020
Diversidad, curiosidad, oportunidad y libertad. Con estas palabras define su paso por la Universidad de los Andes, Jaime Galviz, el nuevo gerente general de Microsoft Colombia. Las matemáticas, el diseño y la creación lo acompañaron en su infancia. Durante las vacaciones trabajaba en la empresa de su papá, una fábrica de maquila, donde conoció todos los detalles de la producción, bodega, ventas y hasta talento humano, dependencia en la que laboraba su mamá.

Además de su pasión por los números y su fascinación por aprender de todo, por formación familiar tiene por principio de vida el compromiso de ayudar a los demás y de brindar a la gente la posibilidad de ser feliz. Con ese bagaje llegó a la Universidad de los Andes, donde por consejos de su hermana mayor, también uniandina, supo de todas las puertas que se le abrirían.

“No tenía muy claro qué quería hacer, me gustaba la ingeniería, el marketing y la creatividad”, recuerda. Se decidió por la ingeniería industrial, para explorar la línea de negocios. “Llegar a Los Andes fue una apertura, encontré esa variable de diversidad porque había estudiantes de todo el país, de otros países; allí la mente se abrió y aprendí a investigar, a buscar. Entendí que la universidad no solo era encontrar respuestas y soluciones; en Los Andes también están los fundamentos para encontrarse a sí mismo”.

El concepto de la inclusión también es un sello en todas sus actividades y se fortaleció durante este periodo. “La universidad para mí fue esa plataforma que me dio la libertad y esa posibilidad de escoger entre varias opciones y conocer múltiples puntos de vista. También reafirmó en mí el tema de cómo ayudar a los demás, cómo buscar el bien de la humanidad, esa formación humanística integral me ayudó a ser lo que soy hoy”.

Fue un estudiante entusiasta, en octavo semestre empezó su tesis de grado, en noveno la concluyó y para la misma época, en 1995, ya era empleado en Oracle, donde se destacó en la innovación de los modelos de negocios. Para ese entonces, tenía muy clara la importancia de la tecnología como una herramienta habilitadora de innovación que permite llevar soluciones a todo el mundo.

Tres consejos de Galviz a las nuevas generaciones: “Primero, todo lo que uno hace lo hace bajo una ética que te permite estar tranquilo, hay que tener claro los valores y vivirlos. Es muy importante descubrirse a sí mismo y estar en paz, es algo que no tiene precio. Segundo, la curiosidad es lo que te impulsa a estar adelante y la mayoría de las puertas las abres tú y, tercero, hay que preguntarse: ¿cuál es ese propósito con el que quieres impactar y ayudar a los demás?”.
Jaime Galviz

De nuevo otros cuatro conceptos definían su naciente camino profesional: tecnología, innovación, mercadeo y entrega. Recuerda que en Oracle tuvo jefes que le dieron muchas oportunidades y lo ubicaron en cargos, inclusive algunos para los que no se había entrenado. Sin problemas lo asumió, aprendió de nuevas tecnologías y se hizo experto en internet, bases de datos, georreferencias, inteligencia de negocios y analítica básica. También estuvo en ventas, sin embargo, lo suyo era armar modelos de negocios, así que cuando tuvo la oportunidad de hacerlo desarrolló el canal, entrenó a otros como él y, una vez más, la vida le abrió una nueva puerta: trabajar a Microsoft, compañía en la que lleva 22 años.

Mientras afianzó su interés por hacer de la tecnología una herramienta para reducir brechas sociales en todo el planeta, continuó con sus estudios.

En su formación se incluyen programas de negocios, gestión y marketing estratégico en el INALDE Business School en Bogotá, la Universidad de Michigan y la Universidad de Columbia en los Estados Unidos. Adicionalmente, ha asistido al programa de capacitación IPEC (Instituto para la Excelencia Profesional en Coaching) y ha formado parte del Programa de Liderazgo de Alto Rendimiento de la Escuela de Negocios de Saed, de la Universidad de Oxford.

Describe su trabajo en Microsoft como una relación de ‘alma gemela’. “Es una visión muy grande, muy inclusiva: el 80% del tiempo uno se tiene que enfocar en ese 20% de las poblaciones donde no hay inclusión y ver cómo la tecnología ayuda a democratizar la posibilidad para todos. He conocido gente a la que le cambió la vida cuando pudo formarse”.

Y ese fue el camino que emprendió en la compañía. Su labor se ha centrado en crear mecanismos de capacitación para jóvenes de todo el mundo. Lo ha hecho en América Latina y África con resultados que lo dejan muy satisfecho y en los que ha logrado la participación de gobiernos, organizaciones no gubernamentales e instituciones dedicadas a capacitación.

Cuando habla de los retos para el futuro, tiene claro que, por ahora, son dos: hacer que, bajo principios éticos, se utilice la tecnología con el único fin de lograr el bienestar de la humanidad y lograr llevar conexión a todos aquellos que no cuentan con esa posibilidad.

Y cuando se le pide un consejo para los jóvenes estudiantes y egresados, responde: “Tres cosas: Primero, todo lo que uno hace lo hace bajo una ética que te permite estar tranquilo, hay que tener claro los valores y vivirlos. Es muy importante descubrirse a sí mismo y estar en paz, es algo que no tiene precio. Segundo, la curiosidad es lo que te impulsa a estar adelante y la mayoría de las puertas las abres tú y, tercero, hay que preguntarse: ¿cuál es ese propósito con el que quieres impactar y ayudar a los demás?”.

Ángela Samper, gerente de operación en McKinsey Colombia.

ÁNGELA SAMPER
LÍDER Y PROTAGONISTA DE LA EQUIDAD DE GÉNERO

Octubre de 2020
“Remangarse” es algo que a Ángela Samper, office manager de la firma de consultoría McKinsey en Colombia, le gusta hacer. Quizá esta fue una de las razones para que, en tercer semestre de Ingeniería Industrial, decidiera hacer doble programa con Ingeniería Mecánica. Su encanto por cómo las ciencias pueden aplicarse al mundo real; su interés, desde muy niña, por el diseño de aeronaves y otras grandes máquinas y su pasión por conocer cómo funcionan las compañías desde el corazón de su operación para entender el negocio desde todas sus dimensiones, podría describir muy bien por qué la combinación de estas dos ingenierías ha sido fundamental en los logros alcanzados durante su carrera profesional.

Ha trabajado en temas de emprendimiento social, en proyectos productivos para población vulnerable, y en iniciativas que buscan mejorar la educación pública en el país.

En 2010 ingresó a McKinsey, una de las empresas de consultoría más importantes del mundo, como analista de negocio. A partir de ese momento emprendió una destacada carrera dentro de la compañía que, además de financiar su Maestría en Administración de Empresas en la Universidad de Chicago (Booth School of Business), la convirtió, a su regreso a Colombia, en gerente de proyecto y posteriormente en socia asociada para liderar la apertura de la oficina de la multinacional en Medellín.

Conocer muy bien, tanto los aspectos técnicos de la operación de los diferentes sectores para los que trabaja la consultora, entre estos, banca, consumo masivo, bienes y servicios, petróleo y energía, tecnología, mercadeo y ventas, así como los demás temas cruciales del negocio (financieros, de estructura organizacional y recursos humanos), le ha permitido a esta ingeniera desarrollar decenas de proyectos con resultados exitosos.

«La diversidad de género permite que existan espacios de aprendizaje mutuo, en los que además se promueve la creatividad, la innovación, el análisis de diferentes perspectivas y el respeto al otro. Ahora, nos corresponde a nosotras tener esa voz y estar disponibles para responder las preguntas que surjan dentro de este proceso de inclusión». Ángela Samper

Aunque dentro de McKinsey su trabajo se ha concentrado en el sector financiero, acompañando a estas compañías a transformar su modelo de negocio para alcanzar mejores resultados comerciales y operacionales en diferentes países de Latinoamérica, su nombramiento, en enero de 2020, como office manager de la operación de la firma en Colombia le permitirá visualizar y liderar, junto a sus socios compañeros, las estrategias que seguirá la multinacional frente a las demás industrias para las que trabaja.

Ángela Samper se convirtió así en la primera mujer en ocupar este cargo en América Latina y la primera en la región, con excepción de la operación en Brasil, en ser elegida como socia de la compañía, en muchos años.

Un logro innegable de su excelencia, sus capacidades y fortalezas, pero también de los avances que ha dado el mundo, en general, en temas de diversidad de género e inclusión, tanto en las áreas de ingeniería como en otras disciplinas.

Samper recuerda que hace un poco más de 10 años, cuando empezó su vida laboral, ser la única mujer en áreas de ingeniería era aún bastante común, no importaba si se trataba de una ensambladora de vehículos, una empresa del sector de petróleo y gas o una consultora, entre otras.

Sin embargo, para ella, este cambio en las estructuras organizaciones es el resultado del trabajo de cientos de profesionales que se destacan en diversos sectores, que hoy son líderes de diferentes empresas y proyectos y que se han convertido en un ejemplo a seguir para una nueva generación. Ángela es un reflejo de la mujer uniandina exitosa que hace grandes aportes al desarrollo de la sociedad desde sus distintos roles, pero que también prioriza el equilibrio de su vida profesional y familiar.

“Es un tema de continuar dando visibilidad a esos modelos a seguir de mujeres exitosas, ya sea en la ingeniería o en otras profesiones. Es un trabajo que toma tiempo pero que, al final, entrega sus frutos”, agrega.

McKinsey es un muy buen ejemplo de este compromiso con la equidad de género. Disminuir las brechas frente a este tema hace parte esencial de la organización. Ángela recuerda que hace 10 años, cuando ingresó a la compañía, el porcentaje de mujeres líderes era bajo. Hoy, más de 10 de ellas ocupan roles directivos, lo que permitirá que, en el mediano plazo, la multinacional tenga muchas más socias.

Ahora, desde su rol como gerente de la compañía, Samper continuará promoviendo la participación y el liderazgo de las mujeres, dentro y fuera de la multinacional, pues no se trata de un tema, únicamente, de responsabilidad de la sociedad. Precisamente, un informe del Mckinsey Global Institute, señala que la igualdad de género en la fuerza de trabajo podría sumar hasta 28 billones de dólares a la economía mundial para 2025.

“La diversidad de género permite que existan espacios de aprendizaje mutuo, en los que además se promueve la creatividad, la innovación, el análisis de diferentes perspectivas y el respeto al otro. Ahora, nos corresponde a nosotras tener esa voz y estar disponibles para responder las preguntas que surjan dentro de este proceso de inclusión. Nuestra responsabilidad es continuar mostrando la calidad de líderes que somos y, de esta manera, ser motivo de inspiración”, agregó Samper.Pese a los retos que impuso la pandemia generada por el Covid-19, esta ingeniera ve con mucho optimismo el futuro dentro de la ‘nueva normalidad’, pues como ella lo asegura, “la crisis sirvió para aprender cómo ser mejores y cómo reinventar nuestro modelo de negocio”.

A Mckinsey la ve, en los próximos cinco años, como una firma fortalecida, mucho más innovadora, que seguirá atrayendo a los mejores talentos, con capacidades disruptivas, en un equipo de trabajo muy diverso que entrega las mejores perspectivas globales a sus clientes.

En el mundo de la ingeniería, Ángela ve un auge de mujeres ocupando cargos de liderazgo, quienes serán fundamentales en la construcción de una nueva sociedad mucho más equitativa y susceptible al cambio, que sea capaz de sacar el mejor provecho de todos sus talentos.

RECREOVIA

RECREOVÍA DE BOGOTÁ: CONECT@DOS POR EL DEPORTE

Después de comprobar las ventajas de la Recreovía, el programa público de actividad física en Bogotá, un equipo de epidemiología e ingeniería logró establecer beneficios en términos de capital social. Lo hicieron con tecnología y análisis de redes sociales temporales.

Mayo de 2020
Encontrar la forma en la que un programa distrital como la Recreovía de Bogotá impacta los estilos de vida de las personas frente a la generación de relaciones sociales, fue el más reciente reto que se impusieron el profesor de Ingeniería Industrial Felipe Montes, la estudiante de maestría Ana María Jaramillo, y la epidemióloga y profesora titular de la Facultad de Medicina, Olga Lucía Sarmiento, con sus respectivos equipos de trabajo. Querían indagar cómo se construyen las interacciones sociales a través de la participación en programas de actividad física.

Por estudios previos, ya sabían que 4 de cada 10 usuarios de la Recreovía de Bogotá se dedicarían a actividades sedentarias si no contaran con ese servicio, o que para 2 de cada 5 usuarios ese es el único lugar donde practican actividad física. El programa es de acceso gratuito para los usuarios, y a la ciudad le cuesta apenas 8 centavos de dólar la clase por cada participante.

¿Qué es la Recreovía?

El programa de recreovías del Instituto Distrital de Recreación y Deporte de Bogotá nació en 1995. Busca promover y generar hábitos y estilos de vida saludables a través de la práctica de actividad física dirigida y musicalizada en sesiones de unos 45 minutos de duración. Hay más de 60 puntos en la ciudad, ubicados en 19 de las 20 localidades. Anualmente, registra más de 1,3 millones de usuarios de sus servicios.Además de promoción de hábitos de vida saludables, el programa pretende llegar en igualdad de condiciones a los diferentes grupos poblacionales de la ciudad, sin distinción de etnia, edad, género o condición social con un enfoque: cultural, incluyente, educativo y saludable.Además, se interesa por fortalecer los valores sociales que permitan la construcción de una sociedad participativa con sentido de pertenencia y cuidado hacia los espacios públicos de la ciudad.

El interés ahora era determinar qué otros beneficios además de los relacionados con la actividad física podría generar el programa entre sus participantes. Para eso siempre han trabajado en conjunto con el Instituto Distrital de Recreación y Deporte, que quería indagar por el desarrollo de comunidades alrededor del programa, dado que uno de sus propósitos es fortalecer los valores sociales.Para comprender el fenómeno, los investigadores hicieron uso de la tecnología: observaron durante 20 semanas el comportamiento de las redes sociales de personas asociadas a la Recreovía aprovechando la apertura de tres nuevos puntos: Meissen, Valles de Cafam y Santa Isabel.

Eso les permitió partir de cero interacciones entre unos y otros y ver su evolución. Así, fueron notando cómo de dos o tres interacciones, iban pasando a 7, a 10… hasta llegar a 2.565 interacciones entre 272 seguidores que suman las cuentas de Facebook de los tres nuevos puntos. “Empezamos a ver cómo estas personas que iban al programa empezaban a cohesionarse, a volverse una comunidad”, indica el ingeniero Montes.

Y no solo midieron la cohesión entre los participantes, sino entre los grupos de interés alrededor del programa. Entonces se fijaron también en las interacciones de los instructores, representantes de la industria de la recreación y el deporte, y miembros o entidades del gobierno distrital.

Así, pudieron identificar que, en general, los instructores tienen más interacciones que el resto de personas, dado que “son los que más exposición tienen de todo el grupo” y las figuras más visibles de todo el programa. El 44% de las relaciones virtuales de los instructores es con participantes, 25% con miembros de la industria, 15% con otros instructores y 16% con cuentas o personas del gobierno distrital.

Sin embargo, entre participantes hay un alto nivel de conexiones: el 34% de sus conexiones es con otros participantes, el 20% es con instructores y el 16% con miembros del Gobierno. Para los investigadores, ese nivel de aproximación entre participantes da cuenta de algo que denominan el crecimiento auto organizado, que sería lo que les permitiría eventualmente dejar de depender de la existencia de un programa o de la presencia de un instructor para generar acciones comunitarias.

Trabajo interdisciplinar para llegar a las fronteras del conocimiento con estudio de Epiandes“Cuando soñamos solos, los sueños son solo sueños; cuando soñamos juntos los sueños se hacen realidad”. Con esa cita, Felipe Montes recuerda a su mentor, Roberto Zarama, para explicar el éxito que han tenido en el trabajo interdisciplinar su laboratorio, conocido como el Social and Health Complexity Center, y el grupo de epidemiología que dirige Olga Lucía Sarmiento, Epiandes.

Trabajan juntos desde 2009 integrando metodologías de sistemas complejos a la problemáticas de salud pública y epidemiología de la ciudad. Ingeniería y salud pública avanzando en paralelo para llegar a las fronteras del conocimiento.

Lograr la integración a la que han llegado, en la que, de acuerdo con el profesor Montes, ya no necesitan traductores, porque “cada uno ya habla el lenguaje del otro”, ha sido un trabajo de tiempo, apertura y apoyo de investigadores que entienden y pueden trabajar con lógicas ajenas a su área de estudio, así como entidades y grupos de investigación que crean en el potencial del trabajo interdisciplinar.

En este caso, el Instituto Distrital para la Recreación y el Deporte (IDRD), que les ha permitido explorar posibilidades de investigación para encontrar el valor social y la relación costo-beneficio de sus programas. También organizaciones internacionales como el Center of Desease Control (CDC) en Atlanta (EE.UU.) y el Centro de Excelencia de Investigación en Modelamiento y Simulación de Fenómenos y Procesos Complejos (CEIBA), que han ofrecido el financiamiento que permite la evolución de la investigación.

Si bien la investigación evaluó las interacciones sociales virtuales, estas revelan interacciones reales. “Para que lleguen a Facebook debe haber una conversación, un momento posterior a la clase que llega por lo menos a la conexión de personas a través de la red social donde se comparte información personal. Eso ya implica un nivel mayor de relacionamiento que solo ir a la clase”, explica Montes.Además, es un modelo de investigación en línea que resulta más económico que otras alternativas y que generan proxis eficientes de capital social, de acuerdo con la epidemióloga Olga Lucía Sarmiento, quien recuerda incluso una ocasión en que la permanencia del programa estuvo en riesgo y los usuarios armaron grupos en redes sociales en los que abogaron por su permanencia.

Los hallazgos de esta investigación se publicarán en la revista Network Science, y se convierten en un insumo valioso para demostrar la pertinencia del programa para el bienestar de los bogotanos, pues con rigor científico puede asegurarse que promueve la actividad física, la calidad de vida relacionada con la salud, la satisfacción por la vida y, además, la cohesión y el capital social.

Llegar a esas conclusiones ha sido posible gracias a que la mirada del problema, o de la pregunta de investigación por resolver, se la plantean desde diversos modelos mentales. Por un lado, está la epidemiología y la necesidad de promover la actividad física como herramienta para reducir enfermedades crónicas y los consecuentes costos en el sistema de salud. Y por el otro, está el análisis de sistemas complejos, dado que las ciudades, sus programas y las relaciones sociales son ejemplo de ello. “Y ambas miradas tienen el mismo peso, es un trabajo interdisciplinar”, explica Olga Lucía Sarmiento.

Felipe Montes.
Ph.D. de la Universidad de los Andes.
[email protected]

Carolina Piñeros, directora ejecutiva de la Red PaPaz, de Colombia.

CAROLINA PIÑEROS OSPINA
ABANDERADA DE LA PROTECCIÓN DE LA NIÑEZ

Agosto de 2019
Su gusto por las matemáticas y su habilidad en la organización de procesos la llevaron a estudiar Ingeniería Industrial en la Universidad de Los Andes, profesión que ha sabido aplicar con éxito en el sector que más la apasiona: el social.

Después de finalizar su pregrado, en 1988, y empezar una ascendente carrera laboral en la que puso a disposición de las empresas en las que trabajó sus conocimientos y habilidad en la optimización y sistematización de procesos, la búsqueda de un equilibrio entre su vida laboral y familiar la incentivó a fundar Vivan las Flores, emprendimiento con el que llevó, por varios años, arreglos de flores inmortalizadas a distintos supermercados en Bogotá. Una idea de negocio que no podía dejar de lado el tema social, siempre presente en la vida de esta ingeniera, pues los productos que se comercializaban eran realizados por personas con discapacidad. Este sería el principio de un largo camino que emprendería Piñeros como líder de diferentes iniciativas sociales.

Luego participó en la creación de un centro de edu-entretenimiento para niñas y niños en un centro comercial de Bogotá, en el que también fue su gerente. Estando allí se vinculó con la red de ludotecas que lideraba la Presidencia de la República, y fue tal vez en este espacio cuando se dio cuenta que le interesaba dedicar más tiempo a ayudar que al propio negocio. Esta idea revivió en esta ingeniera la idea de realizar una especialización, pero esta vez ya no sería en finanzas, como siempre lo había pensado, ahora lo haría en Desarrollo Personal y Familiar, programa que cursó en el Instituto de la Familia de la Universidad de La Sabana en el 2004.

«Desde el rol en el que nos desempeñemos tenemos dos grandes desafíos: aportar a la sostenibilidad del planeta y contribuir a una sociedad con mejores seres humanos”.
Carolina Piñeros

Durante ese tiempo, hizo parte también de un nuevo proyecto relacionado con comedores parroquiales en barrios deprimidos de la capital del país. Sin embargo, fue su participación en la Asociación de Padres de Familia del colegio donde estudiaban sus hijos, el Gimnasio La Montaña, lo que marcaría lo que es hoy su proyecto de vida.

El nacimiento de Red PaPaz

Hacer parte de esta asociación, como tesorera y presidente, le permitió conocer las grandes preocupaciones de los padres de familia que no encontraban muchos espacios para socializar estas inquietudes.

Con la idea de aprovechar la fuerza de estas familias impulsó, con la rectora del Gimnasio La Montaña, la idea de conformar una red de padres y madres de diferentes colegios dando origen, en 2003, a la Corporación Colombiana de Padres y Madres Red PaPaz, en la que se desempeña como directora ejecutiva desde abril de 2004.

De esta potente Red, que hoy llega a más de 20 departamentos del país, hacen parte 512 colegios. Red PaPaz promueve el desarrollo de habilidades de los padres, madres y cuidadores para que puedan proteger a niños, niñas y adolescentes de los impactos nocivos que puedan generar los medios de comunicación, la exposición al uso inadecuado de las tecnologías de la información y a otras situaciones como la venta y consumo de alcohol, la explotación sexual comercial, la intimidación escolar y la exclusión, entre otros temas.

Desde esta iniciativa, Carolina ha tenido que librar duras batallas para velar por los derechos y la protección de los niños, niñas y adolescentes del país. Una de ellas fue la que dio con algunos medios de comunicación y los grandes empresarios que los promueven, a causa de las críticas que la Red hizo a los contenidos que estos dirigían a los menores de edad en sus emisoras juveniles.

Desde el envío de cartas invitando a estos medios a replantear sus contenidos, hasta enfrentarse a demandas por parte de los dueños de estas cadenas radiales por la intromisión en sus espacios, son algunas de las luchas que ha tenido que lidiar esta ingeniera.

En ese momento, Red PaPaz logró que se tuvieran en cuenta algunas de sus consideraciones y visibilizó la corresponsabilidad de todos los actores de la sociedad frente a la protección de los niños, niñas y adolescentes, específicamente de los anunciantes.

Y aunque Carolina es muy dulce y cazar peleas no es su hobby, a la hora de defender a este grupo poblacional que se ha convertido en su razón de ser, lo deja todo en el ruedo.

Liderazgo en la ‘Ley Comida Chatarra’

En la actualidad, la Red lidera una de las campañas más ambiciosas de concientización sobre la falta de información clara sobre los alimentos que consumen los niños, niñas y adolescentes, lo que impide identificar lo que se conoce como “comida chatarra”, es decir, productos elaborados con altos contenidos de azúcar, sodio o grasas saturadas, que puede causar enfermedades graves en el largo plazo.

Hoy, y después de una tutela que ganó la Red PaPaz, el mensaje de bien público ‘No comas más mentiras’, que brinda herramientas de información para que padres y cuidadores puedan identificar con mayor precisión la ‘comida chatarra’, y los riesgos de su consumo, tuvo que ser emitido por los canales privados de televisión del país, que se negaron, inicialmente, a divulgarlo.

De esta manera, y bajo el liderazgo de Carolina, esta Red se ha convertido en una voz muy importante de los padres de familia de Colombia, que ha sabido también involucrarse en los procesos relacionados con políticas públicas. Otro de sus logros importantes ha sido su participación en la creación de la Ley 1620 de 2013, que dio origen al Sistema Nacional de Convivencia Escolar y Formación para el Ejercicio de los Derechos Humanos, Sexuales y Reproductivos y la Prevención y la Mitigación de la Violencia Escolar.

Hoy, el gran reto de esta ingeniera es, sin duda, que Red PaPaz sirva para que en el país se generen más políticas que garanticen la protección de niñas, niños y adolescentes, entendiendo que la corresponsabilidad en el tema es de todos. “Desde el rol en el que nos desempeñemos tenemos dos grandes desafíos, aportar a la sostenibilidad del planeta y contribuir a una sociedad con mejores seres humanos”, concluye Piñeros.