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Mes: mayo 2021

Ingenieros uniandinos desarrollaron un modelo para evaluar los avances de las compañías en procesos de digitalización.

¿Cómo saber si una empresa va en la dirección correcta?


Mayo de 2021
Investigadores del Departamento de Ingeniería de Sistemas y Computación de la Universidad de los Andes presentaron un modelo para evaluar los avances que las compañías han alcanzado en procesos de digitalización en relación con sus clientes, lo que les permite tomar decisiones que mejoren esta área dentro de las organizaciones. ¿Cómo lo hicieron?

¿Sabías que la emergencia sanitaria provocada por el COVID 19 aceleró entre cinco y seis años la transformación digital de los países? De hecho, en el último año, millones de personas hicieron su primer pago por internet, abrieron su primera cuenta de correo y realizaron las primeras transacciones a través de la red, entre otras operaciones, debido a las medidas de confinamiento.

No es coincidencia que Amazon, Google y Facebook hayan sido las compañías más beneficiadas en medio de la crisis. La tecnología se está convirtiendo en un elemento absolutamente indispensable en la cotidianidad de las personas y las compañías, y a la que todos deberían tener la posibilidad de acceder.

En Colombia, por ejemplo, el más reciente estudio de Apropiación Digital del Centro Nacional de Consultoría señala que, actualmente, más de la mitad de sus habitantes usan internet para diferentes actividades. Antes de la pandemia esta cifra alcanzaba el 33 % y hoy se encuentra alrededor del 55 %.

De acuerdo con Óscar Ávila, profesor asociado del Departamento de Ingeniería de Sistemas y Computación de la Universidad de los Andes y Ph.D. en Ingeniería y Tecnologías Industriales, la transformación digital no es otra cosa que la adaptación de las organizaciones a los cambios y la evolución del entorno externo, dentro de los que se cuenta, por ejemplo, el hecho de que las personas están usando cada vez más canales digitales para acceder a servicios y productos, en lugar de hacerlo a través de medios tradicionales o físicos como lo hacían antes. Este cambio de comportamiento de los consumidores, habilitado por las nuevas tendencias tecnológicas como como el aprendizaje automático o los dispositivos móviles, ejerce presión sobre las empresas para que éstas transformen su modelo de negocio y puedan sobrevivir en un mercado cada vez más cambiante y competitivo.

Medir el nivel de transformación que se ha alcanzado para hacerle frente a las fuerzas y tendencias del entorno, es una de las grandes tareas que tienen las organizaciones en su camino hacia la transformación digital.

En línea con estas nuevas exigencias, en 2018 el profesor Ávila dirigió la tesis ‘Modelo de madurez para evaluar el nivel de alineación estratégica con los clientes’, desarrollada por el estudiante de la Maestría en Tecnologías de la Información para el Negocio, Leonardo Muñoz.

La investigación, que se desarrolló con base en un estudio realizado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en alianza con Capgemini Consulting, presentó un modelo para hacer un diagnóstico sobre los avances que las compañías han alcanzado en temas de transformación digital centrada en la relación con los clientes, lo que les permite tomar decisiones que mejoren esta área dentro de las organizaciones.

“La transformación digital puede considerarse como un proceso evolutivo que le permite a las organizaciones adaptar sus modelos de negocio, procesos operativos y experiencias de cliente a través del desarrollo de nuevas capacidades digitales, las cuales son apalancadas por las nuevas tecnologías. En línea con esta definición, se puede afirmar que hay tres pilares esenciales que establecen una base para evaluar la madurez de una compañía en este aspecto: procesos, experiencia del cliente y modelo de negocio”, señaló el profesor.

Estos fueron, precisamente, los ejes materia de estudio que se abordaron dentro de la tesis y que hicieron parte del modelo de diagnóstico elaborado dentro de la investigación.

El estudio sobre el cual se basó la tesis evalúa tres pilares de la transformación digital:

  • Procesos de negocio. ¿Qué tan eficiente es la empresa en temas de automatización, estandarización y ejecución inteligente de las tareas que realizan las áreas de negocio?Una de las recomendaciones para este ítem, es la utilización de software específico para ciertas tareas, lo que puede resultar útil al establecer la automatización en ciertos procesos; sin embargo, todo dependerá de las decisiones que se tomen teniendo en cuenta al consumidor final.
  • Experiencia del cliente. ¿Qué herramientas y capacidades tiene la organización para entender el comportamiento del cliente y mejorar su experiencia?El modelo de madurez se enfocó precisamente en esta dimensión. Frente a este indicador, la recomendación en la coyuntura actual es ofrecer múltiples canales de venta, integrados, simples y fáciles de usar. En los próximos años las ventas online seguirán creciendo y aparecerán nuevas modalidades de relacionamiento con los clientes, según el Future Consumer Index de la consultora EY.“La pandemia aceleró la digitalización y las empresas buscan hacer frente a esos cambios en los clientes incluyendo los canales digitales en su oferta”, aseguró Ávila.Adicionalmente, es muy importante conocer las tendencias de los clientes y actuar de acuerdo con lo que ellos esperan. ¿Compran más en línea durante el confinamiento? ¿Qué productos prefieren? ¿Cuáles son sus métodos de pago preferidos?
  • Modelo de negocio. ¿Cuál es la capacidad de las empresas para utilizar la tecnología y modificar su modelo de negocio, replanteando su oferta de valor?¿Cómo utilizar la tecnología para ofrecer nuevos productos y servicios?.“La presión del mercado hace que las empresas tengan que modificar muchas de sus características para ofrecer una nueva propuesta de valor teniendo en cuenta el contexto”, agregó el profesor.De acuerdo con la investigación, es importante pensar en modelos de negocio ‘centrados en el cliente’. Las visitas a los centros comerciales o las oficinas se han reemplazado por los portales web y de e-commerce, y los procesos de compra deben ser también muy ágiles y confiables.

“La gente está cambiando la forma en que realiza las actividades del día a día. Todos cambiamos nuestro comportamiento y las compañías se deben adaptar a la exigencia de los clientes, pues ellos han aumentado de manera considerable su poder de negociación”, añadió Ávila.

El modelo de madurez desarrollado dentro de la tesis ha sido aplicado en cinco compañías de diferentes sectores y tamaños lo cual demuestra que en las actuales circunstancias la transformación digital es un desafío que ocupa a todas las empresas.

 

Como parte de su trabajo, en esta línea de investigación, el profesor Ávila creó el Hub de Innovación en Sistemas Empresariales de la Universidad de los Andes, una iniciativa que tiene como propósito apoyar a las empresas colombianas a iniciar su camino hacia la transformación digital y a enfrentar los retos empresariales del futuro a través de proyectos de innovación.

Para Ávila, el propósito de este hub está en la posibilidad de brindar a los estudiantes una experiencia más cercana con la realidad de los negocios: “Los estudiantes ponen en práctica sus conocimientos para desarrollar pruebas de concepto y así evaluar la factibilidad de un prototipo tecnológico que busca apalancar innovación en un contexto real”, agregó.

Gracias a la alianza con SAP (a través de los programas SAP Next-Gen y SAP University Alliances), los estudiantes pueden llevar a cabo proyectos de innovación mediante el uso de la metodología de innovación abierta “Leonardo Desing-Led”, que permite identificar, estudiar, priorizar y alivianar los puntos de dolor, problemas u oportunidades de mejora de una empresa.

Las cuatro fases de esta metodología (exploración, descubrimiento, diseño y entrega del prototipo), garantizan el desarrollo de proyectos capaces de incluir aspectos de riesgos e impactos, optimizando la factibilidad de los prototipos tecnológicos.

Las empresas interesadas en que estudiantes de últimos semestres de la Universidad desarrollen proyectos de innovación para ellas pueden inscribirse en el siguiente portal: https://sisemp.virtual.uniandes.edu.co/

Oscar Ávila Cifuentes
Ph.D. en Ingeniería y tecnologías industriales de la Universidad de Estrasburgo
[email protected]

Alejandro Echavarria, ingeniero mecánico Summa Cum Laude, Universidad de los Andes.

ALEJANDRO ECHAVARRÍA
“Quiero crear mi propia ‘start-up’ de educación”


Mayo de 2021

Con espíritu emprendedor, Alejandro Echavarría Yepes vive en Reino Unido y trabaja para Facebook. En Los Andes no solo descubrió su pasión por resolver problemas ambiguos sino también a buscar una vida equilibrada. Se graduó recientemente como Ingeniero Mecánico con los máximos honores que otorga la Universidad y nos cuenta 5 cosas que marcaron su paso por la Facultad de Ingeniería.

Carrera: Ingeniería Mecánica.

Promedio: 4,77.

Tesis: CAPI: Metodología de mantenimiento preventivo para máquinas de baja utilización.

¿Por qué estudiaste Ingeniería Mecánica?  Siempre me apasionaron las matemáticas y la física, y me generaba un gran interés ponerlas en práctica para solucionar problemas reales.

¿Cuál fue la clase que más te impactó? Proyecto intermedio con el profesor Alejandro Marañón. Definitivamente encontré mi pasión por resolver problemas muy ambiguos, entre estos, los que enfrentan las compañías que apenas están naciendo.

¿Cuál fue tu mayor aprendizaje en Uniandes? Son muchos, pero entre los más importantes está no enredarse. No invertir recursos en exceso (tiempo, dinero, esfuerzo) para resolver problemas que tienen un bajo impacto en la solución general. Algo que es determinante para la vida.

¿En qué trabajas y cuáles son tus proyectos a futuro?  Actualmente trabajo para Facebook en Reino Unido. En el mediano plazo quiero aprender del mundo corporativo, y también sobre estrategia y tecnología. En el largo plazo quiero fundar mi propia ‘start-up’ de base tecnológica enfocada en el mundo de la educación. Sin embargo, creo que no será mi primer emprendimiento pues estoy abierto siempre a nuevos retos.

¿Qué consejo le darías a un “primíparo”?  No se obsesione con la universidad y con sacar las mejores notas. Busque un equilibrio entre la vida personal, la académica y la salud.

Nicolás Cácerres, ingeniero de sistemas y computación Summa Cum Laude, Universidad de los Andes.

NICOLÁS CÁCERES
«EN UNIANDES APRENDÍ A IR MÁS ALLÁ DEL DEBER»


Mayo de 2021
Para Nicolás Cáceres, alcanzar el éxito en la vida académica y personal es posible con esfuerzo, perseverancia y grandes amistades. Graduado con la máxima distinción como Ingeniero de Sistemas y Computación, este emprendedor uniandino que está terminando un segundo pregrado –también en la Facultad de Ingeniería– nos cuenta las 5 cosas más importantes de su paso por Los Andes.

Carrera: Ingeniería de Sistemas y Computación.

Promedio: 4,61.

Tesis: Visualizaciones en Senecode

¿Por qué estudiaste Ingeniería de Sistemas y Computación? Ingresé a la Universidad al pregrado de Matemáticas donde recibí una invitación para inscribir el curso de Algorítmica y Programación I. Esto despertó mi interés por la programación y bajo la mentoría del profesor Mario Sánchez ingresé al programa de Ingeniería de Sistemas y Computación. Allí encontré y desarrollé aptitudes académicas y no académicas, entre estas, el trabajo en equipo y la perseverancia.

¿Cuál fue la clase que más te impactó? Es difícil quedarme con una sola, sin embargo, escogería Estructuras de Datos y Visual Analytics, dictadas por los profesores Dario Correal y John Guerra. Estas dos materias cambiaron definitivamente mi forma de ver la Ingeniería de Sistemas y de pensar, entender y resolver los problemas. Además, me dieron herramientas que espero aplicar con frecuencia en mi campo profesional.

¿Cuál fue tu mayor aprendizaje en Uniandes? No importa que tan adverso u oscuro este el panorama, el éxito en la vida académica y personal es una combinación de esfuerzo, perseverancia, amor por lo que se hace y grandes amistades. Gracias a Uniandes logré este entendimiento, por esta razón, a todas las personas que me apoyaron, amigos, familiares y profesores les debo toda mi gratitud.

¿En qué trabajas y cuáles son tus proyectos a futuro? Actualmente me encuentro terminando mi segundo pregrado en Ingeniería Industrial y trabajando para Arquímedes, un emprendimiento que desarrollamos con varios compañeros del pregrado, y que tiene como propósito incorporar las tecnologías de la Industria 4.0, como el machine learning, dentro del marco de la inteligencia artificial y ponerlas al servicio de las pequeñas, medianas y grandes empresas colombianas con el fin de apoyar y mejorar sus procesos de negocio. En el largo plazo, después de contar con mayor experiencia laboral, me gustaría realizar la maestría en Inteligencia Analítica de Datos.

¿Qué consejo le darías a un “primíparo”? Que disfruten esta etapa, es un momento de la vida donde van a encontrar personas que van a querer mantener por siempre, donde van a aprender cada día cosas nuevas. Además, no se pongan con presiones o afanes innecesarios, aprovechen oportunidades como los intercambios, los dobles programas y otras opciones. En cuanto a lo académico, que vayan más allá del deber, ya que es ahí donde van a encontrar que es lo que realmente los apasiona. Se abrirán muchas puertas y cuatro años no serán suficientes para conocer lo grande que es el mundo de la Ingeniería.

Natalia Niño, CEO de Helados Popsy.

NATALIA NIÑO
«LA INGENIERÍA ES UNA PASIÓN QUE SE HEREDA”

Mayo de 2021
«Lo que se hereda no se hurta», dice el viejo adagio. Una frase que encaja muy bien para Natalia Niño, actual gerente general de Helados Popsy. Su abuelo era ingeniero químico; trabajaba en la descripción de invenciones para el desarrollo de patentes y marcas para diversos productos en un bufete de abogados. Un tema que ella encontraba fascinante porque era la posibilidad de generar soluciones a diferentes necesidades de las personas, así que cuando tuvo que elegir su pregrado no tuvo que pensarlo dos veces.

Aquel gusto por la investigación y el rigor científico hizo que durante sus primeros años de carrera en ingeniería química encontrara un interés especial por el diseño de procesos productivos y de equipos. Esta fue una de las razones para que en cuarto semestre decidiera hacer doble titulación en Ingeniería Industrial.

Determinación que, de acuerdo con Natalia, marcó el futuro de su vida laboral y profesional. “Esta es una magnífica oportunidad que ofrece la Universidad de los Andes para complementar tus estudios y adquirir mayores herramientas profesionales, lo que te permite ampliar el abanico de oportunidades y, sin lugar a dudas, maximizar el retorno de la inversión”, señaló.

Natalia no se equivocó. Una vez se graduó de la universidad ingresó a trabajar a Nestlé, donde ocupó una posición en la que la combinación de sus dos ingenierías fue su principal ventaja competitiva. Como Capital Investment Projects Controller tuvo la oportunidad de administrar la ejecución de los proyectos del Departamento de Ingeniería para las fábricas de Colombia, Venezuela y Ecuador.

De ahí en adelante, esta ingeniera uniandina no ha parado. Su encanto por conocer e involucrarse en los procesos de base de la operación de las compañías para las que ha trabajado, que le ha implicado ponerse –literalmente– las botas, algo que le emociona, para decantar este universo industrial; le ha permitido asumir cargos directivos en compañías como General Motors, Louis Dreyfus Commodities y Philip Morris International, donde ha liderado proyectos estratégicos multifuncionales y todas las actividades de back-office, entre otras responsabilidades.

En 2013 ingresó a Helados Popsy donde ha hecho una larga carrera profesional. Allí se ha desempeñado como directora financiera y administrativa – CFO; Directora Corporativa – COO y, desde hace dos años, CEO y Gerente General de la compañía que opera en Colombia, Perú y Panamá.

“La estructura de pensamiento de los ingenieros uniandinos es su principal diferencial en el mercado laboral. Nos preparan para afrontar cualquier problema, analizarlo y plantear cómo resolverlo”.
Natalia Niño

Para Natalia, los logros alcanzados durante su vida laboral, sin duda, tienen que ver con la estructura de pensamiento, el nivel de exigencia y el respeto por las diferentes disciplinas que adquirió durante su paso por Los Andes.

“La estructura de pensamiento de los ingenieros uniandinos es su principal diferencial en el mercado laboral. Nos preparan para afrontar cualquier problema, analizarlo y plantear cómo resolverlo. Cuando hablo de respeto por las diferentes disciplinas me refiero a que en la universidad es tan importante el conocimiento del ingeniero como el del abogado o como el del literato. Todas se respetan por igual y su contribución es valiosa”, sostiene.

Esta ingeniera ha logrado desarrollarse en un mundo laboral que por muchos años fue un territorio de hombres, sin embargo, ella, como muchas de sus colegas, ha abierto un camino de oportunidades para que otras mujeres vean en las ingenierías enormes posibilidades para crecer y aportar a la sociedad desde diferentes ámbitos.

Aunque reconoce que no ha sido una tarea fácil, teniendo en cuenta que aún, por ejemplo, existe el imaginario que plantea que las mujeres no están hechas para ciertas tareas, estos se han ido venciendo.

“Sin embargo, debemos seguir trabajando para eliminar los paradigmas que aún continúan allí. No conozco al primer ingeniero mecánico al que le hayan preguntado si está seguro de querer irse a una plataforma petrolera o a una mina. A una mujer sí se le consulta si está dispuesta. Aún en algunos entornos se le pregunta si tiene en sus planes tener hijos como factor de decisión para su elección en ciertos proyectos”, enfatizó.

Para disminuir estas brechas, Natalia agrega que se necesitan mujeres líderes en carreras STEM que, a través de sus logros y su ejemplo, abran la puerta a más de ellas. Adicionalmente, se necesitan hombres líderes que valoren las competencias femeninas y que reconozcan que son pieza fundamental para el avance acelerado en estas disciplinas.

“La mujer de este siglo se enfrenta a realidades muy diversas según la cultura, zona geográfica o situación social en la que se encuentre. Pese a todos estos retos, hemos ganado espacios, igualdad, posiciones importantes, y cada vez más la sociedad ha entendido que somos un activo muy valorado cuando de dirigir una organización o liderar un equipo se trata. En ese sentido tenemos una responsabilidad muy grande, demostrar que se puede lograr siendo diferentes, no pretendiendo ser iguales”, añadió.

“Nuestra ventaja competitiva más grande en las organizaciones es la recursividad y la capacidad de hacer pasar las cosas, de ser eficientes también en el uso de los recursos”.
Natalia Niño

Para Natalia, la mujer es un ser integral, capaz de gestionar diversos problemas, desplegando una capacidad inédita de estar en varios lugares al mismo tiempo; casa, hijos, pareja, padres, trabajo, escuela y actividades extracurriculares. “Creo que esto es lo que desarrolla nuestra ventaja competitiva más grande en las organizaciones: la recursividad y la capacidad de hacer pasar las cosas, de ser eficientes también en el uso de los recursos. Lo que sí debe ser igual es el reconocimiento al mérito. La oportunidad la gana quien mejor lo hace”, advierte.

Por esta razón, en su concepto, es muy importante incentivar en las niñas y adolescentes el gusto por las carreras STEM porque las mujeres cuentan con grandes cualidades y competencias que permitirán un avance más acelerado de las ciencias y de la investigación.

“Porque en últimas es la ecuación para incrementar el crecimiento de los países. Hay estudios que sugieren que la incorporación de mujeres a puestos STEM generaría un mayor PIB. Es generar riqueza que redunda en el beneficio de toda la sociedad. La OCDE dice que, si bien las jóvenes mujeres tienen más chance de estudiar una carrera universitaria que los hombres (40 % contra 36 %), muy pocas tienden a estudiar este tipo de profesiones, de hecho, solo alrededor del 20 % de los estudiantes de carreras STEM son mujeres”, dijo.

Hoy, como líder de Helados Popsy en Colombia, Helados Gelarti en Perú y Panamá, y Franquicias de Juan Valdez en Colombia y Perú, continuará empoderando a todo el equipo de trabajo de la compañía, del que hacen parte muchas mujeres, para seguir impactando la vida de sus diferentes grupos de interés y proporcionar la visión estratégica que requiere la organización para encontrar nuevas oportunidades de negocio con rentabilidad sostenible, en medio de la nueva normalidad, tras la pandemia.

A su modo de ver, “este es momento de apalancarse en todas las fortalezas profesionales y organizacionales para poder reaccionar con pertinencia. Las crisis abren nuevas oportunidades, leer las señales del mercado de manera rápida es estratégico. También se generan nuevas necesidades en empleados y en usuarios finales a las que hay que reaccionar con velocidad. La clave es tener resiliencia como organización y ser flexibles ante los cambios constantes que en adelante serán la norma, y en los que las mujeres serán fundamentales para construir un mundo mejor”.

¡Escucha lo que la CEO de Popsy tiene para decirte sobre incentivar a niñas y adolescentes a estudiar carreras STEM!

 

Daniel Muñoz, gerente de innovación del Grupo Energía Bogotá.

DANIEL MUÑOZ
“LA INNOVACIÓN DEBE SER PARTE DE NUESTRO ADN”

Mayo de 2021
Cuando era niño, se distraía jugando con imanes y carros con cables que él mismo les adaptaba. Recuerda que su padre, de quien heredó el gusto por la electrónica, lo llevaba a comprar materiales para ‘cacharrear’ en su natal Medellín. Fue así como a la hora de elegir carrera se inclinó por la ingeniería electrónica. Sin embargo, la ingeniería eléctrica se le cruzó en el camino y terminó enamorado de ella. Estudió ambos programas al mismo tiempo y asegura que la flexibilidad de la Universidad de los Andes le permitió explorar distintas áreas de estudio y enfocarse en la que más le llamaba la atención. “En los últimos semestres descubres que la ingeniería eléctrica tiene partes no tan técnicas como la relacionada con el ámbito económico, que fue la que más me interesó” afirma.

Daniel se define como una persona dedicada y estudiosa. Reconoce que ha tenido oportunidades y privilegios, pero está convencido de que estudiar mucho y tener una meta definida desde el principio da frutos. De ahí que haya obtenido sus títulos como ingeniero eléctrico y electrónico con la distinción Magna Cum Laude hace apenas diez años y ya tenga una trayectoria profesional exitosa.

Siempre ha sido minucioso con sus temas de investigación, le gusta ir hasta el fondo de la cuestión para conocer los detalles. Ahora que está en la industria confiesa que quisiera tener más tiempo para profundizar en los temas, pero “resulta ineficiente y al final lo importante es estar comprometido con lo que uno hace y ser íntegro”.

Su carrera académica ha estado influenciada por la profesora Ángela Cadena, su asesora de tesis en la maestría en Ingeniería Eléctrica, de la cual también se graduó con honores. Gracias a sus consejos y su apoyo, consiguió una pasantía de investigación en la Universidad de McGill en Canadá. Durante su estadía en Montreal decidió cruzar la frontera y explorar opciones para seguir con el doctorado enfocado en mercados energéticos. Viajó dieciocho horas en bus hasta llegar a Ítaca, en Estados Unidos, para entrevistarse con profesores expertos en este campo. Al poco tiempo, obtuvo una beca para estudiar en la Universidad de Cornell.

“El modelo no puede seguir siendo el mismo, no podemos seguir pensando en ser una compañía de infraestructura y mercado regulado. El mundo está cambiando y la innovación es el motor de crecimiento a largo plazo de la compañía”.
Daniel Muñoz Álvarez

Al terminar su doctorado, quiso cambiar de rumbo. Había dedicado varios años a escribir artículos de investigación y le entusiasmaba la idea de experimentar el mundo de la industria. Se mudó a Nueva York para trabajar en GreenTech Media y, luego se fue a Houston, y estuvo en Wood Mackenzie. Estas compañías son líderes en el sector de las energías renovables y la investigación de mercado en nuevas tecnologías para empresas de servicios públicos. “Combiné mi pasión por la investigación con el relacionamiento con la industria. Leía reportes y hablaba con proveedores y usuarios de la tecnología para entender el día a día del sector”, dice Daniel sobre su labor en esos cuatro años.

La experiencia fue enriquecedora y quiso seguir conectado con la industria. Tuvo la oportunidad de volver al país gracias a Juan Ricardo Ortega, actual gerente de Grupo Energía Bogotá, quien años atrás había mostrado interés en tenerlo en su equipo de trabajo. A principios de 2021, asumió el reto de alinear a esta multilatina con las macrotendencias del sector energético: la descarbonización, la movilidad sostenible y la digitalización, entre otras. Este ingeniero uniandino afirma que “el modelo no puede seguir siendo el mismo, no podemos seguir pensando en ser una compañía de infraestructura y mercado regulado. El mundo está cambiando y la innovación es el motor de crecimiento a largo plazo de la compañía”.

Resalta que a futuro se van a necesitar profesionales abiertos al cambio porque vivimos en un mundo en constante transformación. Este uniandino está convencido de que “la innovación debe ser parte de nuestro ADN» y que, además, la Universidad facilita esto, porque pone a disposición de sus estudiantes currículos a medida, una amplia oferta de clases en diversas áreas y profesores con diferentes perfiles. “Siento que a los profesores de Los Andes les interesa cultivar talentos e inspirar, para que uno se prepare y después vuelva a aplicar lo aprendido”.

¿Estudias o quieres estudiar ingeniería en Los Andes? Daniel Muñoz tiene un consejo para ti:

 

Bogotá se vinculó al proyecto euPOLIS financiado por la Unión Europea.

euPOLIS: innovación para una Bogotá más verde y saludable

Mayo de 2021
Con la suscripción de un memorando de entendimiento entre la Universidad de los Andes y la Empresa de Renovación y Desarrollo Urbano, Bogotá se vinculó al proyecto euPOLIS financiado por la Unión Europea. Es una oportunidad valiosa para aplicar una metodología experimentada en cuatro ciudades del mundo, que permite llevar a un territorio soluciones innovadoras para abordar los principales retos urbanos de la ciudad, incrementar el bienestar de la población y mejorar la salud pública.

La Alcaldía Mayor de Bogotá, a través de la Empresa de Renovación y Desarrollo Urbano, se vinculó al proyecto internacional euPOLIS, de la Unión Europea, para innovar en la planeación urbana a través de la implementación de la metodología Soluciones Basadas en la Naturaleza (SBN) que promueve la salud y el bienestar de la ciudadanía.

La metodología Soluciones Basadas en la Naturaleza -SBN- (soluciones verdes – azules) del proyecto euPOLIS, que ofrece una sinergia entre las personas y la visión de la salud centrada en beneficios ambientales y económicos, será desarrollada en su totalidad en las ciudades denominadas de demostración en Europa: Pireus (Grecia), Lodz (Polonia), Belgrado (Serbia) y Gladsaxe (Dinamarca); a partir de una estrategia de co-creación y empoderamiento de la ciudadanía.

La capital del país lo hará en calidad de ciudad seguidora, categoría entre las que se encuentran otras cuatro ciudades del mundo: Palermo (Italia), Limassol (Chipre), Fengxi New (China) y Trebinje (Bosnia y Herzegovina), lo que le permitirá participar en los talleres en conjunto con las ciudades de demostración y tener acceso e incorporar a la planeación urbana las estrategias y metodologías propuestas por euPOLIS con el fin de generar soluciones innovadoras que propendan por el aumento de la calidad de vida de los ciudadanos.

“Bogotá busca reverdecer y tener posibilidad de absorción de aguas lluvias y acuífero natural en sus proyectos de urbanismo. Como ciudad seguidora, el aprendizaje será inmenso y las lecciones que se implementen serán muy beneficiosas para las estrategias de ciudad”, afirmó el gerente de la Empresa, Juan Guillermo Jiménez Gómez.

euPOLIS en Bogotá

La Alcaldía Mayor de Bogotá, a través de la Empresa de Renovación y Desarrollo Urbano y la Universidad de los Andes, escogió como zona de estudio la pieza Reencuentro, un enfoque territorial con grandes retos, uno de ellos, el de reverdecer el centro y la Avenida Calle 26, articulando las Soluciones Basadas en la Naturaleza (SBN) para innovar en un contexto consolidado.

“Aportamos la pieza Reencuentro, por ser uno de los proyectos que estructura actualmente la Empresa entorno al eje representativo de la Avenida Calle 26, que busca la articulación del norte y el sur de la ciudad y que, por el nivel de consolidación de los barrios a su interior, hacen de esta área un sector estratégico para contribuir a la apuesta de revitalización de Bogotá. Esto a través de intervenciones en el espacio público y de la reactivación urbana asociada a la definición de lineamientos normativos para ser incorporados al Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de la ciudad, en proceso de revisión y ajustes”, explicó Jiménez.

euPOLIS devolverá la naturaleza a las ciudades

El proyecto euPOLIS pretende incentivar el reemplazo o la combinación de los sistemas convencionales de ingeniería creados para proteger el ambiente con sistemas naturales, con el fin de crear ecosistemas urbanos resilientes a un bajo costo y simultáneamente promover la salud pública y el bienestar de la población. El proyecto abarca retos críticos tales como: baja calidad ambiental, fragmentación, baja biodiversidad en espacios públicos y el estrés hídrico, al introducir una aproximación que visibilice los recursos y servicios no reconocidos asociados a los sistemas naturales y de ingeniería para regenerar y rehabilitar los ecosistemas urbanos.

Su objetivo específico es promover la resiliencia urbana a través de intervenciones asociadas a las matrices de planeación urbana y, de esta manera, co-crear espacios urbanos habitables e inclusivos. A partir de un innovador proceso basado en la implementación sistemática de herramientas de participación con atención particular en el género, edad y condiciones de discapacidad o vulnerabilidad.

Los expertos del equipo euPOLIS van a identificar y abordar los retos críticos de cada ciudad de demostración, proveyendo soluciones holísticas y medidas que tienen impacto positivo en la calidad de vida de los ciudadanos, su bienestar físico, mental y emocional.

Juan Pablo Rodríguez
Ph.D. en Ingeniería del Imperial College London
[email protected]

Jorge Villalobos, Profesor de Ingeniería de Sistemas y Computación de la Universidad de los Andes.

JORGE VILLALOBOS
«OFRECER VALOR DIGITAL ES UNA GRAN VENTAJA COMPETITIVA»

Mayo de 2021
En esta entrevista con CONTACTO, Jorge Villalobos, profesor titular del Departamento de Ingeniería de Sistemas y Computación, comparte detalles sobre el ambicioso plan del Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones para poner a 100.000 programadores al servicio del país, al igual que sus percepciones sobre la transformación digital en Colombia y el mundo.

CONTACTO: En su ruta hacia la transformación digital, ¿qué significa para el país contar con 100.000 nuevos programadores?

Jorge Villalobos (J.V.): Los programadores son la mano de obra calificada y quienes están llamados a construir las soluciones que requieren las empresas y el país en su proceso de transformación digital. Hace casi una década se identificó que en Colombia había un gran déficit de programadores, pero solo hasta ahora se hizo una propuesta viable y contundente: formar 100.000 en dos años. No son ingenieros, técnicos ni tecnólogos, sino un perfil profesional muy focalizado en la construcción de soluciones.

CONTACTO: ¿Cuál es su aporte y el de Los Andes en esta misión?

J.V.: Para la Misión TIC 2022 diseñamos un plan de formación de calidad en un plazo corto para un gran volumen de aprendices. Todo el diseño curricular y académico fue fruto de la experiencia de la Universidad de los Andes, que es líder en la formación de ingenieros de sistemas en Colombia. Otras diez universidades de todo el país se han encargado de ejecutar ese plan.

CONTACTO: El norte de la misión es la transformación digital de Colombia, ¿cómo va el país en ese camino?

J.V.: Uno de los dilemas de la transformación digital es que puede darse en distintos niveles y la capa superficial es la más común. Por ejemplo, con la pandemia, muchas empresas resolvieron abrir un portal de e-commerce para vender y esa es una transformación superficial de acceso al cliente. Pero cuando empezamos a revisar en profundidad, nos estamos quedando cortos. Esto es apenas normal, pues la transformación no es necesariamente sencilla, ni inmediata. Así como hay empresas nativamente digitales que son muy eficientes, ágiles, flexibles y sin jerarquías; el grueso de las empresas en Colombia es tradicional, su modelo de gobierno corporativo es complejo, les cuesta tomar decisiones y, por ende, transformarse. Para avanzar en esto la arquitectura es una herramienta indispensable. Procesos de arquitectura empresarial, de información y de negocio son los “cimientos”, las bases digitales para construir la transformación que se necesita.

CONTACTO: ¿Cómo se explica que la transformación digital esté ganando terreno?, ¿tiene mucho que ver la pandemia?

J.V.: La transformación digital existía desde mucho antes de la pandemia pero, en efecto, ésta la hizo más viable. Algunos expertos se atreven a decir que la transformación en el mundo se aceleró al menos cinco años como consecuencia de la pandemia. Pero, a diferencia de lo que se cree, ese impulso no está solo relacionado con ese factor, sino con la evolución propia de los negocios, pues entregar valor de manera digital se ha convertido en una gran ventaja competitiva. Negocios digitales en los sectores financiero, de educación y de seguros han demostrado funcionar muy bien con este enfoque. Ahora nos podemos encontrar con empresas que trabajan con productos físicos pero funcionan de manera digital; o empresas que operan de manera digital y también así es el valor que entregan a sus clientes o usuarios. El impacto ha sido gigante porque los diferentes negocios digitales están compitiendo realmente y, en su búsqueda de una operación más eficiente, las empresas tradicionales quieren volverse digitales.

CONTACTO: Pero hay organizaciones que, sin transformarse, también funcionan bien…

J.V.: Sí. Es común que sean los directivos quienes tomen decisiones basados solo en información muchas veces incompleta, y en su experiencia y el conocimiento que tienen del negocio. Curiosamente, así funcionan. Pero si contaran con suficiente información y algoritmos, y pudieran definir mejor su comportamiento y el de sus clientes la automatización de tareas sería impresionante, y no me refiero a automatización en términos de robótica, sino para la toma de decisiones, lo cual es fundamental. En educación, esto podría ser verdaderamente disruptivo, pues con información y algoritmos sería posible hacer cursos a la medida y, según el proceso de aprendizaje de cada estudiante, el algoritmo podría tomar decisiones sobre cómo reforzar temas o cómo evaluar.

“Algunos expertos se atreven a decir que la transformación en el mundo se aceleró al menos cinco años como consecuencia de la pandemia. Pero, a diferencia de lo que se cree, ese impulso no está solo relacionado con ese factor, sino con la evolución propia de los negocios”.
Jorge Villalobos

CONTACTO: Si todo apunta a información y algoritmos, ¿cuál es el papel que juegan las tecnologías en la transformación del país?

J.V.: Las tecnologías son habilitadoras, mas no garantizan por sí solas una transformación digital, ésta sólo es posible cuando se entiende cómo crear y entregar valor y se define el uso de las tecnologías de información dentro de ese proceso. Por ejemplo, podemos imaginar toda la plataforma tecnológica al servicio de la salud, pero no se trata de integrar sensores, Internet de las Cosas, robótica, inteligencia artificial y chatbots. La suma de eso es cero. Lo interesante es entender el negocio de la salud: dónde está el valor, cómo se entrega y cómo es la operación. Cuando se entiende al paciente, al médico y a todos los actores que participan, lo mismo que los procesos que se siguen, es posible identificar cómo integrar las tecnologías adecuadas en los puntos adecuados para que esa creación y entrega de valor sean realmente efectivas.

CONTACTO: ¿Existe en el país una verdadera inclusión digital que sustente todas estas posibilidades que ofrece la transformación digital?

J.V.: Uno de los problemas de la inclusión digital reside en el acceso que las personas tienen a la tecnología, pero sobre todo a lo que se llama la alfabetización digital. En Colombia el Gobierno tiene clara la necesidad primaria: tener al país conectado de una manera eficiente. Sin embargo, eso no lo es todo, porque hay generaciones completas que nacieron en un mundo sin tecnología y ésta todavía les genera mucha desconfianza. Para el país el problema de fondo en cuanto a inclusión está en el sector empresarial, pues el 80 % o 90 % de las empresas del país son pequeñas y no todas tienen acceso a la tecnología, ni a los conocimientos que necesitan para hacer un uso adecuado de ella. En resumen, los retos grandes son formar ciudadanos digitales y apoyar a las empresas pequeñas para que se puedan transformar.

CONTACTO: ¿Cómo podría la academia contribuir a cerrar o mitigar esa brecha?

J.V.: Con formación. Esas empresas pequeñas no tienen acceso al conocimiento sofisticado requerido para hacer algunas transformaciones. Si bien es un problema de recursos, cuando hay conocimiento básico es posible que sean las mismas empresas las que diseñen soluciones a medida mucho más económicas. En la Facultad nos ha rondado en la cabeza por mucho tiempo una iniciativa muy interesante: trabajar con los gremios. Contrario a lo que se creería, en este camino, las soluciones individuales no son viables, pero las soluciones transversales para algunos clústeres podrían tener un impacto increíble.

CONTACTO: ¿Cuáles son las desventajas no tan visibles de la transformación digital?

J.V.: Evidentemente, todas las ventajas pueden tener también efectos perversos. Puedo referirme a tres específicos: el primero, la pérdida de intimidad. Me preocupa que las personas aún no tengamos consciencia de que los datos personales no se pueden vender por cualquier cosa. El segundo, que se acentúe una pérdida de capacidades humanas, pues hoy en día ya vemos, por ejemplo, cómo hemos delegado la memoria a herramientas tecnológicas como el celular. Por último, que se dejen decisiones importantes y estratégicas a los algoritmos, pues éstos no tienen una visión clara frente a consideraciones de naturaleza ética o social.

CONTACTO: Así el panorama, ¿a qué futuros antes insospechados podría conducirnos la transformación digital en Colombia?

J.V.: En términos de tecnología y transformación digital el futuro no podría ser más incierto. Pero creo que llegaremos a habitar un mundo en el que la información y los algoritmos nos ayudarán a generar oportunidades. Emprender en el mundo digital es una oportunidad gigante en países como el nuestro, pero es muy pronto para anticipar si lo lograremos y si podremos abordar con éxito las dificultades que nos encontraremos por el camino. Por ahora, veo con optimismo que se haya entendido ese reto desde el Gobierno.

Impreandes3D facilitará el acceso a servicios de impresión 3D

En búsqueda de una impresión 3D ética y transparente

El creciente mercado de la manufactura aditiva es cada vez más prolífico para la innovación. En concordancia, investigadores uniandinos trabajan en ImpreAndes3D, una solución que integra tecnologías de la industria 4.0 para simplificar el acceso a servicios de impresión 3D.

Mayo de 2021
Imagina un escenario en el que un cliente y un fabricante se reúnen, acuerdan la prestación de un servicio y firman un contrato equitativo para las dos partes. Posteriormente, el fabricante presta de manera eficiente el servicio, el cliente recibe a tiempo su pedido y el desembolso se hace exactamente de acuerdo a lo establecido por las partes. Ahora imagina que todo esto ocurre bajo condiciones de ética, confianza, total transparencia, seguridad, trazabilidad y sin intermediarios. Parece utópico, pero ImpreAndes3D lo hace realidad.

Con criptomoneda como medio de cambio, tecnología de blockchain que asegura eficiencia y transparencia en la transacción, y smart contracts que favorecen la negociación entre el cliente y el proveedor, investigadores de Los Andes trabajan en el desarrollo de ImpreAndes3D, una plataforma web piloto que inicialmente facilitará a estudiantes de la Facultad de Ingeniería acceder al servicio de impresión 3D pero, en el futuro, tendría el potencial de contactar a cualquier fabricante que ofrezca servicios de impresión 3D con clientes que requieran imprimir un producto con tecnología de manufactura aditiva.

La iniciativa, liderada por Sepideh Abolghasem, profesora asociada del Departamento de Ingeniería Industrial, consiste en crear una red descentralizada de nodos de impresión 3D en la que éstos se conectan con los usuarios finales sin necesidad de incluir intermediarios que “gobiernen” el proceso. En este proyecto multidisciplinario también participan Darío Correal, profesor asociado del Departamento de Ingeniería de Sistemas y Computación; y Manuela Fernández Pinto, profesora asociada del Departamento de Filosofía y del Centro de Ética Aplicada.

Innovación para tiempos turbulentos

Así como la industria de la impresión 3D mundial se ha avocado a la fabricación de partes y equipamiento requeridos para enfrentar la crisis sanitaria global, y distintos protagonistas del mercado emplean tecnologías de manufactura aditiva para contener la transmisión del virus, el desarrollo de ImpreAndes3D coincide con el escenario de pandemia atendiendo a la recomendación generalizada de reducir el contacto humano y la presencialidad. “Para imprimir una pieza 3D, los estudiantes debían desplazarse al laboratorio, encontrarse y trabajar con el operador de los equipos, y pagar a través de medios físicos por el servicio. Con ImpreAndes ofrecemos un servicio que evita el desplazamiento al laboratorio y el contacto con los intermediarios”, explica Abolghasem.

Además, innova integrando smart contracts (contratos inteligentes sin papel) que permiten, entre otros, automatizar las operaciones comerciales, detectar proveedores poco éticos y productos falsificados, y explotar al máximo los beneficios que ofrece el blockchain como la capacidad de crear confianza y garantizar la seguridad para eliminar la necesidad de intermediarios.

“Otro de los beneficios que ofrece el blockchain es la transparencia. Gracias a la ‘cadena de bloques’ la información del sistema es muy transparente y, al contar con datos descentralizados y hacer transacciones con criptomoneda, no se requiere un tercero en la transacción entre el cliente y la fábrica. Además, resolvemos otros retos de la manufactura aditiva, como almacenar y proteger los datos para consolidar un sistema seguro, eficiente, confiable y sostenible”, plantea la investigadora.

En concepto del profesor Darío Correal –también investigador del proyecto– el éxito previsto para ImpreAndes3D representa un hito para la Universidad de los Andes que, si bien ha liderado y acompañado múltiples procesos de transformación digital en organizaciones de diferente naturaleza a nivel nacional, con este proyecto empieza a integrar a sus procesos internos tecnologías como blockchain que, además de novedosas, son verdaderamente disruptivas y plantean innumerables retos que la academia está en capacidad de abordar.

Por esto, como parte del proyecto,los investigadores están trabajando también en el desarrollo de CNK, una criptomoneda propia que, a futuro, no solo se emplearía únicamente en las transacciones relacionadas con ImpreAndes3D, sino también como medio digital de intercambio para otras operaciones que se lleven a cabo en Los Andes. Un ejemplo sería en la Semana del FOPRE Café, uno de los eventos de solidaridad insignia de la Universidad en la que la comunidad uniandina aporta para alimentación, materiales y transportes de estudiantes con excelencia académica y recursos económicos limitados.

Abordaje ético, imprescindible para ImpreAndes

“ImpreAndes3D no solo aplica blockchain en procesos de manufactura aditiva, sino que aborda los desafíos éticos que trae consigo la combinación de las dos tecnologías –algo innovador que, según la literatura disponible, no se ha desarrollado aún–”, advierte Sepideh Abolghasem.

El enfoque ético no es casual, pues a la par que es una tecnología de alto nivel para la fabricación de productos que ofrece eficiencia, versatilidad y todas las bondades del mundo digital, la impresión 3D enfrenta serios desafíos relacionados con la falta de protocolos que aseguren la protección de datos en el proceso de producción por la participación de terceros y, más preocupante aún, con el desarrollo de productos potencialmente peligrosos o ilegales. A esto se suma que las preocupaciones éticas del uso de criptomonedas, la confidencialidad en la gestión de datos y la ciberdelincuencia.

Es por esto que la profesora Sepideh sumó al equipo a Dario Correal, co-investigador del proyecto y coordinador del Laboratorio de Blockchain de la Universidad, quien junto a un equipo conformado por estudiantes de pregrado y posgrado, es responsable de hacer el diseño y arquitectura de soluciones basadas en blockchain para ImpreAndes3D. Correal explica que mejorar un proceso que típicamente se hacía de forma manual, al igual que reemplazar controles y auditoría que se suelen hacer de manera presencial y con humanos, involucra cuestiones éticas que exigen ser abordadas. Por esto es que el proceso de transformación digital que propone ImpreAndes3D demanda un abordaje ético minucioso.

Precisamente, para identificar y analizar estos y otros cuestionamientos éticos que pueden surgir en el diseño, desarrollo e implementación de ImpreAndes3D, el proyecto cuenta con la participación de Manuela Fernández Pinto, quien además de establecer todos los dilemas éticos que implica la puesta en marcha de ImpreAndes3D, trabaja junto a los investigadores de Ingeniería en desarrollar estrategias para mitigar y –en la medida de lo posible– erradicar estos problemas.

“Es importante tener en cuenta que la transformación digital implica cuestiones éticas muy importantes que quizá no son tan evidentes cuando se miran solo desde la perspectiva de la ingeniería. Ésta transforma nuestras vidas de múltiples maneras y altera la forma en que nos relacionamos con el mundo. Aunque en muchos casos esa transformación es positiva, en otros, de manera oculta, puede llegar a imponer determinadas formas de pensar y actuar, o a privilegiar ciertas acciones sobre otras. Muchas de esas interacciones tienen un componente ético que debe abordarse”, explica Fernández.

La filósofa concluye que las implicaciones éticas de las dos tecnologías que integra son particulares. “No solo hay que tener en cuenta que la manufactura aditiva puede emplearse para la impresión de objetos ilegales, sino también, por ejemplo, que del uso de criptomonedas –unido al blockchain– se desprenden muchos cuestionamientos éticos pues, tradicionalmente, éstas han sido una herramienta útil para uso criminal dada la privacidad en las transacciones y el hecho que no son rastreables. Sin duda, lo que nos gusta del blockchain es que mantiene la confidencialidad de la información, pero, por otro lado, puede terminar favoreciendo fines cuestionables desde la perspectiva ética”.

Bajo estas premisas, y teniendo en cuenta las cifras del mercado de la impresión 3D a nivel global –que, se estima, superará los 40 billones de dólares para 2025– el proyecto es prometedor, pues integra dos tecnologías propias de la Industria 4.0 con el fin de potenciar los beneficios que trae la aplicación de blockchain a la fabricación aditiva. Beneficios entre los que sobresalen el apoyo a la recopilación, el almacenamiento y la gestión de datos; el respaldo a la información importante sobre el producto y la fabricación; la rapidez en el despliegue de los productos y procesos; la disminución del error humano y de los tiempos de transacción; la garantía de la seguridad y autenticidad de los datos; y la búsqueda de la sostenibilidad medioambiental de la red de intercambio de información.

 

Sociedad 5.0

Este proyecto hace parte de la iniciativa Sociedad 5.0 (S5.0), resultado del trabajo colaborativo entre la Facultad de Ingeniería con el Centro de Ética Aplicada (CEA) y el Centro de Objetivos de Desarrollo Sostenible (CODS). La S5.0 se entiende como la inclusión de los aspectos éticos y de sostenibilidad en el desarrollo de proyectos que apuestan a la resolución de problemas de la sociedad integrando las tecnologías de la transformación digital y soluciones basadas en la naturaleza. El objetivo principal es ofrecer a diferentes actores de la sociedad (industria, gobierno, académicos, estudiantes, y comunidad en general) espacios que les permitan entender y aplicar las tecnologías de la transformación digital, teniendo en cuenta la interrelación de dichas tecnologías con las dimensiones éticas y de sostenibilidad, lo que es clave para el progreso hacia la S5.0. Como parte de la iniciativa para el segundo semestre del presente año se ofrecerá el curso para el ciclo básico uniandino “Sociedad 5.0”.

Sepideh Abolghasem 

Ph.D. en Ingeniería Industrial de la Universidad de Pittsburgh 

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Así va el proceso de transformacion digital del Servicio Geológico Colombiano

Geología: un siglo de producción científica en Colombia

Con apoyo del Centro CIFI-Informática, el Servicio Geológico Colombiano puso en marcha un proceso de transformación digital que, a la fecha, le ha permitido integrar la información y los datos recopilados a lo largo de sus 105 años de existencia y ponerlos al servicio de la nación.

Mayo de 2021
Una popular broma solía reflejar la más grande paradoja del Ingeominas: “En Colombia, lo primero que se cae después de un temblor es la página del Ingeominas”. Aunque mordaz, el chiste era acertado. Por muchos años, el sitio web del hoy Servicio Geológico Colombiano (SGC) colapsaba cuando se presentaba un sismo en algún lugar del país, pues no soportaba la cantidad de visitas de usuarios que querían conocer los detalles de un sismo inmediatamente sucedía.

Contar con una infraestructura tecnológica sólida es necesario para cualquier entidad responsable de gestionar información científica de alto interés para un país, pero para el SGC esta necesidad era más que apremiante, pues garantizar el acceso público –e inmediato– a los datos puede evitar desastres y salvar miles de vidas de colombianos.

La oportunidad para poner fin a este y otros de los tantos problemas operativos y tecnológicos que aquejaban a la institución llegó en 2011 cuando, por una reforma al sector minero-energético, al SGC se le asignó la responsabilidad de administrar toda la información geocientífica del país. Con apoyo del Centro CIFI-Informática de la Universidad de los Andes, la institución puso en marcha un proceso de transformación digital que, a la fecha, le ha permitido integrar la información y los datos recopilados a lo largo de sus 105 años de existencia y ponerlos al servicio de la nación.

Para obtener este resultado, Orlando Cuevas, Ricardo Gómez, Iván Cifuentes y Disney Rubiano, en compañía de otros investigadores del Centro CIFI-Informática y de varios profesores de la Facultad de Ingeniería, junto con el equipo directivo y científico del SGC encabezado por su director, Oscar Paredes, y la directora de Gestión de la Información Geocientífica, Margarita Bravo, diseñaron e implementaron una estrategia de arquitectura empresarial ‘sismorresistente’.

Una prueba superada

“Nuestra responsabilidad es estudiar las potencialidades de los recursos del subsuelo tales como recursos minerales, hidrocarburíferos, aguas subterráneas, entre otros, y sus restricciones en términos de sismicidad, riesgo volcánico y fenómenos de remoción de masa. Por lo tanto, parte de nuestra misión es asegurarnos que toda la información producida sea pública y pueda ser empleada a tiempo por tomadores de decisiones. Pero la infraestructura tecnológica con que contábamos era precaria, vulnerable, y no estaba en capacidad de responder a los requerimientos de las entidades y centros de investigación que dependen de nuestra información –como la Unidad de Gestión de Riesgos de Desastres, entes territoriales, corporaciones autónomas regionales, centros de investigación, empresas mineras y petroleras, entre otros grupos de interés-”, explica Oscar Paredes.

Los retos para alinear la operación del SGC con su misión eran significativos y evidenciaban que la problemática iba mucho más allá de la capacidad de la página web para mantenerse en pie ante cientos de miles de visitas. Al tener una misión tan heterogénea con muchos frentes de trabajo, el principal desafío era lograr poner la totalidad de la información geocientífica y sus diferentes capas geográficas al servicio de los diferentes usuarios con la calidad esperada y a tiempo.

Después de una fase de diagnóstico intensiva, los ingenieros del SGC y del Centro CIFI identificaron cinco necesidades clave: 1. Clasificar, organizar y catalogar los datos recabados durante los más de 100 años de existencia de la institución 2. Integrar la información 3. Garantizar la seguridad de los datos y preservarlos de forma adecuada 4. Plantear un modelo de trabajo claro para hacer seguimiento y control de los proyectos 5. Acercarse a los usuarios.

Una vez identificados los retos y las necesidades específicas, el equipo encontró en la Arquitectura Empresarial una herramienta idónea que permitiría mejorar el desempeño del SGC y asegurar el cumplimiento de su misión. Esta metodología permitió alinear los procesos con los objetivos, las personas y las tecnologías de información disponibles.

 

Innovación: pilar del proyecto

Los servicios geológicos de Nueva Zelanda, Finlandia y España sirvieron como modelo para el proyecto de Arquitectura Empresarial del SGC. Sin embargo, para sorpresa del equipo, el enfoque que ya se proyectaba para el caso colombiano coincidía con el rumbo que venían desarrollando los servicios geológicos de estos países. Uno de los principales aprendizajes de este marco de referencia internacional fue identificar pautas para acortar tiempos y la puesta en práctica de dichas estrategias permitió lograr en tiempo récord muchas implementaciones que a los países europeos les había tomado más de dos décadas.

Pero más allá de los casos internacionales, en concepto del equipo del Centro CIFI-Informática, el principal referente del proyecto ha sido la innovación. Muestra de ello es el Motor de Integración de Información Geocientífica (MIIG), una herramienta que, por medio de metadatos, integra toda la información que el SGC ha acumulado desde su creación en 1916, facilitando a los usuarios su consulta, descarga e integración de manera gratuita.

Evidentemente, la innovación también se dio al nivel del uso de nuevas tecnologías, por ejemplo, el equipo diseñó modelos y, en los laboratorios de la Facultad de Ingeniería de Los Andes, ejecutó pruebas de concepto y desarrolló prototipos para comprobar la viabilidad de las nuevas ideas. Además, introdujo al SGC en el uso de la nube y, en la actualidad, se está valiendo de herramientas de Inteligencia Artificial para potencializar el análisis de grandes volúmenes de la información contenida en muestras de las rocas, con miras a mejorar y acelerar la interpretación de los datos del subsuelo.

Primeros aprendizajes de un proceso evolutivo

Entre los múltiples frutos que ha dejado este proceso sobresalen tres transformaciones sustanciales que, además de dejar grandes aprendizajes encuanto a la gestión de grandes volúmenes de información, consolidan al Servicio Geológico Colombiano como un modelo de innovación y transformación digital para las instituciones del país.

La primera de ellas está relacionada con el aspecto financiero, pues desde la implementación de la Arquitectura Empresarial, todas las inversiones del SGC han estado enmarcadas en esta iniciativa y se garantiza que cada recurso se destine a una actividad que realmente genere valor en la estrategia.

La segunda es el compromiso con la generación de información científica de calidad. El SGC no solo volvió a sus raíces para erigirse nuevamente como esa autoridad geocientífica encargada de analizar y establecer las potencialidades y restricciones del complejo suelo nacional, sino que también garantiza el acceso abierto a la información, una labor indispensable para el desarrollo económico y social del país.

La tercera apunta a lo organizacional, pues el proceso de transformación nació en la base de la institución: su personal. Administrativos, técnicos y científicos se apropiaron de todo el proceso, integrándolo a sus labores diarias y enfocando cada una de sus acciones al cumplimiento de la misión del SGC.

Así, con orden, rigor técnico, liderazgo organizacional y dando primacía a los datos sobre la tecnología, fue posible estructurar la información geocientífica de una institución que, por más de un siglo, ha recabado datos indispensables para el ordenamiento y la planeación en el país. Gracias a los resultados positivos, el SCG con el apoyo del equipo del Centro CIFI Informática de la Facultad de Ingeniería emprende un segundo ciclo en el que, mediante la integración de tecnologías emergentes y el uso de la analítica geocientífica, buscará potenciar aún más la información que obtiene el SGC para facilitar la interpretación de los datos, generar nueva información a partir del uso de técnicas y herramientas de inteligencia artificial y, por ende, lograr un mejor entendimiento del subsuelo del vasto territorio nacional.

Orlando Cuevas Marín 

Director Centro CIFI Informática 

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Laboratorio de Agricultura en Ambiente Controlado, Universidad de los Andes.

Un banco de pruebas para optimizar cultivos hidropónicos

Mayo de 2021
El proyecto “Banco de pruebas para la investigación de estrategias de fertirriego en cultivos hidropónicos”, desarrollado en el Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad de los Andes, es un buen ejemplo de cómo la transformación digital es clave para la transición hacia sistemas de alimentación y agricultura más sostenibles y responsables.

Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), para sostener a la creciente población mundial –que se estima alcanzar los 9600 millones en 2050– será necesario aumentar la producción de alimentos en un 70 %, con las consecuencias que esto podrá acarrear.

De acuerdo con la ONU, la agricultura es responsable del 70 % del consumo mundial de agua y el sector de los alimentos representa alrededor del 30 % del consumo total de energía del planeta y un 22 % de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Este escenario ha convocado a gobiernos, organismos multilaterales, sector privado, academia y sociedad en general a tomar medidas que busquen producir más y mejores alimentos, pero con menos insumos; esto, por medio de un consumo y una producción sostenible y responsable.

Si bien la transición hacia sistemas de alimentación y agricultura más sostenibles ya está en la agenda mundial, y son varias las iniciativas que se vienen desarrollando alrededor del planeta, aún existe un gran campo de acción para trabajar sobre el tema y en el que la ciencia, la tecnología y la investigación tendrán un papel fundamental.

En Colombia, una de las apuestas frente a este tema se viene desarrollando en el Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad de los Andes a través del proyecto “Banco de pruebas para la investigación de estrategias de fertirriego en cultivos hidropónicos”.

Esta iniciativa tiene como objetivo desarrollar un laboratorio para definir metodologías experimentales que, una vez escaladas, permitan generar recomendaciones tecnológicas en cultivos hidropónicos, que inicialmente estarán enfocadas a estrategias de fertirriego para optimizar el uso de recursos y mejorar tanto la calidad como la productividad de este tipo de plantaciones.

El proyecto, que se viene trabajando desde 2018, está en cabeza de Giacomo Barbieri, profesor asistente del Departamento de Ingeniería Mecánica, quien ha realizado investigaciones en el área de automatización industrial desde hace varios años y ahora está aplicando este conocimiento en la agricultura.

¿Por qué cultivos hidropónicos?

Según la FAO, la deforestación y los cambios en el uso de la tierra, debido principalmente al aumento en las necesidades alimentarias, son algunas de las causas del agotamiento del suelo, razón por la que la implementación de técnicas de cultivo que no requieren superficies vegetales podría convertirse en una solución frente a esta problemática.

Este es el caso de la hidroponía, en la cual las plantas se cultivan usando soluciones de nutrientes en vez de suelo agrícola.

En el proyecto del profesor Barbieri se estudia una rama de la hidroponía definida como ‘cultivo sin suelo’ en la cual se utilizan sustratos inertes que sirven como soporte para la planta y no para su alimentación; por ejemplo, perlita agrícola, piedra pómez, fibras de coco, entre otras.

La hidroponía de cultivo sin suelo permite un control total sobre factores que afectan el desarrollo de la planta, como humedad, oxigenación y nutrición. Por esto, se identificó como una oportunidad para la agricultura del futuro.

Manos a la obra

La iniciativa fue inspirada en el trabajo de Sáenz Fety, una empresa de egresados uniandinos dedicada a la investigación y comercialización de semillas de hortalizas y forrajes con especificaciones que mejoran la productividad agrícola. Gracias al apoyo científico de la empresa, se comenzó el desarrollo de un banco de pruebas de hidroponía de cultivo sin suelo y la posterior construcción de un invernadero ubicado al lado del Centro del Japón, culminado en marzo de 2020.

Posteriormente, se armó el banco de pruebas dentro del invernadero generando así el Laboratorio de Agricultura en Ambiente Controlado (CEA, por sus siglas en inglés), que consta de dos módulos: el primero es responsable de producir diferentes soluciones de nutrientes, mientras que el segundo permite controlar el fertirriego de forma independiente para distintas líneas de producción de plantas, donde el fertirriego es la aplicación en las plantas de una solución de nutrientes constituida por una mezcla de agua y fertilizantes.

“El objetivo del proyecto es desarrollar un laboratorio que a través de su escalamiento permita generar recomendaciones tecnológicas de fertirriego mediante experimentación. En particular, se plantea cultivar distintas líneas de producción de plantas con diferentes estrategias de fertirriego. Cada línea tiene el mismo sustrato, número y especie de plantas, y se le aplica una diferente estrategia de fertirriego en términos de solución de nutrientes (pH y conductividad eléctrica), volumen entregado por riego y evento de activación del riego. Finalmente, se comparan los recursos utilizados y los resultados obtenidos con cada estrategia para la definición de la recomendación tecnológica, donde los resultados están expresados en términos de productividad, tiempo de cosecha y propiedades fisiológicas y organolépticas entre otras”, señaló Barbieri.

Además del área física del invernadero, el proyecto viene construyendo una estación remota que permitirá, a través de herramientas como el internet de las cosas y la analítica de datos, capturar y analizar la información que genera el laboratorio para hacer un seguimiento permanente de las plantas, así como realizar un monitoreo y control de todo el sistema a distancia.

Un proyecto a gran escala

Actualmente, el laboratorio está diseñado únicamente para implementar experimentos de fertirriego. Sin embargo, dentro de las expectativas del proyecto a mediano y largo plazo se contempla que el invernadero pueda integrar también el control del microclima interno, lo que permitirá añadir más variables para optimizar el análisis y las estrategias propuestas frente al manejo de las plantas.

De acuerdo con el profesor, en agosto de 2021 el laboratorio estará listo para cultivar las dos primeras líneas de plantas e iniciar proceso de experimentación y evaluación. A medida que avance la investigación y el laboratorio empiece a robustecer la cantidad y calidad de los datos obtenidos, se buscará integrar profesionales de distintas disciplinas para generar metodologías experimentales que incluyan la visión de todas las áreas del conocimiento involucradas en la investigación de sistemas agrícolas eficientes y sostenibles.

La visión del profesor Barbieri es utilizar el laboratorio, que mide 3,7 metros de altura y 18 metros cuadrados de área, como un banco de pruebas para desarrollar metodologías experimentales que en una siguiente etapa permitan su escalamiento. Este último es fundamental para generar un muestreo estadísticamente significativo que permita definir recomendaciones tecnológicas.

Por lo tanto, se requerirá convocar a empresas y organizaciones que estén interesadas en el desarrollo de este tipo de práctica agrícola para escalar el sistema y hacer experimentación con al menos 50 líneas de producción de plantas.

Esta posibilidad de escalamiento se ve muy viable a futuro considerando las ventajas que tiene la hidroponía tanto en términos de uso de recursos como de productividad.

Entre algunos datos importantes se encuentra la reducción del 30 % en la pérdida de plantas y un 30 % de ahorro en el uso de agua frente a sistemas tradicionales, además de una disminución del 80 % en el uso de pesticidas.

Por otro lado, se puede registrar un incremento notable en la productividad ya que, por ejemplo, la producción del tomate en un cultivo tradicional es de aproximadamente 8 kilogramos por metro cuadrado, mientras que un cultivo hidropónico en invernadero logra producir 50 kilogramos.

“Aunque la inversión inicial de estos modelos de cultivo es más alta, se trata de sistemas más sostenibles y rentables a largo plazo. En la agricultura tradicional, los fertilizantes contaminan las fuentes de agua, mientras que en este tipo de siembra estos se pueden recolectar y reutilizar. Este proyecto es un buen ejemplo de cómo se puede producir más y mejor con menos; además, en el que la transformación digital, gracias a la cantidad de datos que permite recolectar y analizar, puede proporcionar herramientas para tomar decisiones que contribuyen a potenciar la producción agrícola”, concluyó el profesor.

 

Conoce el Laboratorio de Agricultura en Ambiente Controlado

 

Laboratorio de agricultura en ambiente controlado, Universidad de los Andes.

Laboratorio de agricultura en ambiente controlado, Universidad de los Andes.

En el futuro, este invernadero podrá integrar el control del microclima interno.

En el futuro, este invernadero podrá integrar el control del microclima interno.

EI laboratorio de agricultura en ambiente controlado está diseñado para implementar experimentos de fertirriego.

EI laboratorio de agricultura en ambiente controlado está diseñado para implementar experimentos de fertirriego.

En agosto de 2021 el laboratorio estará listo para cultivar las dos primeras líneas de plantas e iniciar proceso de experimentación y evaluación.

En agosto de 2021 el laboratorio estará listo para cultivar las dos primeras líneas de plantas e iniciar proceso de experimentación y evaluación.

Laboratorio de agricultura en ambiente controlado, Universidad de los Andes. En el futuro, este invernadero podrá integrar el control del microclima interno. EI laboratorio de agricultura en ambiente controlado está diseñado para implementar experimentos de fertirriego. En agosto de 2021 el laboratorio estará listo para cultivar las dos primeras líneas de plantas e iniciar proceso de experimentación y evaluación.

Giacomo Barbieri 

Ph.D en Ingeniería de Innovación Industrial de la Universidad de Módena y Reggio Emilia 

[email protected]