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Etiqueta: ciudades inteligentes

FENICIA INTELIGENTE

FENICIA INTELIGENTE: PROPUESTA SOSTENIBLE EN EL PROYECTO INMOBILIARIO

FENICIA INTELIGENTE: PROPUESTA SOSTENIBLE EN EL PROYECTO INMOBILIARIOEN FOROS CONTACTO 

Abril de  2023
Durante el Foro CONTACTO: Fenicia inteligente, propuesta sostenible en el proyecto inmobiliario, expertos y representantes de la comunidad del barrio Las Aguas, en Bogotá, conversaron sobre los retos y las oportunidades de esta ambiciosa iniciativa que se desarrollará en el marco del plan parcial de renovación urbana Triángulo de Fenicia. 
Reviva el encuentro aquí. 

 

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Rubby Casallas

EDITORIAL
CONECTADOS CON LAS CIUDADES DEL FUTURO

Mayo de 2023

Actualmente el 56% de la población mundial, un aproximado de 4 mil millones de personas, vive en las ciudades. Esta es una cifra que, de acuerdo con el Informe Mundial de las Ciudades 2022 de ONU Hábitat, podría alcanzar el 70% para 2050. “Las ciudades continuarán creciendo y el futuro de la humanidad será indudablemente urbano”, nos indica a modo de conclusión dicho informe.  

Una responsabilidad de ese tamaño presenta el reto de garantizar el acceso a servicios básicos como agua, energía, alcantarillado y recolección de residuos, entre otros, para los cerca de 7 mil millones de personas que llegarán a habitar las ciudades en menos de tres décadas, sin hablar de las presiones sociales, económicas y medioambientales que estas migraciones significarán para el planeta.  

Tampoco podemos olvidar que son las ciudades las responsables del 60% del consumo de recursos energéticos y que aportan el 70% de las emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI) según datos de la misma ONU Hábitat. 

Este panorama nos plantea que no hay tiempo que perder. Es nuestro deber desde la ingeniería trabajar para enfrentar estos retos, investigando y proponiendo diseños y modos de operación para que las urbes se adapten al rápido crecimiento demográfico. No es casualidad que el número 11 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ODS, esté dedicado a alcanzar ciudades y comunidades sostenibles.  

Reducir la emisión de Gases Efecto Invernadero, lograr una mayor eficiencia energética, gestionar adecuadamente los residuos y hacer un uso responsable de los recursos naturales son apenas algunas de las soluciones en las que la Ingeniería será protagonista para que las ciudades inteligentes sean una realidad palpable. La gran aliada siempre será la tecnología puesta al servicio de la comunidad. 

Este es el tema que nos convoca en el nuevo especial de Revista CONTACTO, en el que expertos del área, como los autores del libro ‘Ciudades Sostenibles, un enfoque de modelaje integrado para el análisis de política en Colombia’, nos dan su visión de cómo avanzar hacia lo que ellos describen como “ciudades sensibles a la sostenibilidad”, siendo este el gran pilar de los nuevos modelos de urbe, en donde la tecnología no debe ser un fin por sí solo, sino la herramienta para hallar soluciones eficientes a estos retos, en territorios pensados de manera sistémica.  

También invitamos a Camacol Bogotá y Cundinamarca que, desde la industria, nos plantea los retos para construir ciudades sostenibles, inteligentes e innovadoras y cómo se debe articular la triple hélice entre industria, gobierno y academia para hacer realidad las urbes del futuro.   

Conversamos con los líderes de Progresa Fenicia, una iniciativa revolucionaria en la que participa la Universidad de los Andes y que busca hacer realidad la primera ciudad inteligente y sostenible de Colombia y que se desarrollará en el marco del proyecto de renovación urbana Triángulo de Fenicia, implementando herramientas de movilidad verde (vehículos eléctricos y bicicletas), gestión integral de residuos, uso de energías renovables a través de microrredes, un sistema de alumbrado y semáforos inteligentes y medidores de agua y luz para su uso racional, entre otras soluciones que caracterizan a las Smart City. 

Nuestros ingenieros eléctricos, químicos, civiles, ambientales y de sistemas y computación comparten sus proyectos de investigación en áreas como prefabricados y construcción inteligente; evaluación de modelos de transporte sostenible; un análisis del potencial solar y de residuos que tendrá el país de cara a su transformación energética; salud digital para estudiar la obesidad en adultos; uso de Internet of Things (IoT) y Machine Type Communication para avanzar en gestión eficiente del tráfico y asistencia médica, y microrredes inteligentes.  

Además, los lectores de CONTACTO descubrirán cómo funcionan los laboratorios KIOSOL (KIOsco SOLar), un container fotovoltaico que trabaja en la gestión y el almacenamiento de energías renovables y Acuaponía liderada por el Co-laboratorio de Investigación en Bioeconomía Regional (Colibrí), que le apuesta a transferir conocimiento sobre agroindustria sostenible. 

Tampoco dejen de leer la historia de nuestra ingeniera civil, María del Pilar Rodríguez, quien fue nombrada como gerente general de Gases de Occidente y de conocer más sobre el Sistema Inteligente para la Gestión de Puentes, SIGP, un proyecto postulado al Premio Nacional de Ingeniería que fue liderado por Juan Francisco Correal, profesor titular del departamento de Ingeniería Civil y Ambiental. 

Esperamos que disfruten este nuevo especial que nos da una hoja de ruta clara hacia las ciudades del futuro. Desde Uniandes abrimos las puertas para que la academia sea el laboratorio vivo en donde la investigación se transforme de las aulas a la realidad.  

Seguimos en CONTACTO.

LAS TICs EN EL DESARROLLO DE LAS CIUDADES DEL FUTURO

IMPACTO DE LAS TIC EN EL DESARROLLO DE LAS CIUDADES 4.0

Yezid Donoso | Profesor titular del Departamento de Ingeniería de Sistemas y Computación | [email protected]

Mayo de 2023

El Departamento de Ingeniería de Sistemas y Computación de la Universidad de Los Andes se ha convertido en una incubadora de posibles soluciones a problemas urbanos, a través del uso de las TIC. Conoce el sistema de semáforos inteligentes para la gestión de tráfico en Bogotá y el sistema de monitoreo y asistencia para heridos desarrollados por nuestros investigadores.

¿Sabes cuáles son las ciudades más inteligentes del mundo? De acuerdo con el Smart City Index, realizado en 2022 por Intel y la consultora Juniper Research, Shangai, Seúl, Barcelona, Beijing y Nueva York ocupan los cinco primeros lugares de este ranking.

Pero ¿qué hace que estas ciudades sean catalogadas así? De acuerdo con los expertos, estas metrópolis han aprovechado el uso de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, TIC, para hacer más eficientes y sostenibles sus territorios, lo que les ha permitido evolucionar a lo que se conoce como ciudades 4.0 o smart city. 

Estas ciudades cuentan, por ejemplo, con sensores para medir la calidad del aire, señalización inteligente, contadores para reducir el consumo de agua y luz, robots patrulla autónomos, balizas de señalización inteligente para proteger a los niños, contenedores inteligentes para el traslado de residuos, sistemas de movilidad y edificios sostenibles, entre muchas otras soluciones. 

De esta manera, y gracias a estas tecnologías, logran una mejor gestión del tráfico, reducir sus niveles de contaminación, facilitar la gestión de los residuos, mejorar el aprovechamiento de los recursos naturales y proteger el cuidado de los ciudadanos, entre otras acciones, lo que al final se traduce en una mejor calidad de vida para quienes habitan estas ciudades, que es el gran pilar de las smart city. 

Para los expertos, las smart city son, en resumidas cuentas, ciudades que se apalancan de la tecnología para crear soluciones innovadoras a problemas reales de los ciudadanos modernos. 

Aunque para hacer realidad estos desarrollos se usan diversas tecnologías, la combinación entre el Internet de las cosas (IoT), es decir, los dispositivos (sensores, actuadores, entre otros) que permiten el intercambio de datos y ejecución de comandos a través del uso de las redes de comunicaciones como Internet, y Machine Type Communication (MTC), plataforma que habilita las comunicaciones M2M (Machie To Machine Communication), es decir que facilita la comunicación entre estos dispositivos, por ejemplo IoT, sin la necesidad de intervención humana directa, es una de las protagonistas de esta transformación digital. 

De acuerdo con Yezid Donoso, profesor titular del Departamento de Ingeniería de Sistemas y Computación de la Universidad de los Andes, estas dos tecnologías “son muy importantes dentro de las ciudades inteligentes porque permiten de manera eficaz y eficiente la puesta en operación de nuevos servicios a la ciudadanía basándose en las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones. Estas son tecnologías claves para eHealth, eTransportation, eGovernment, entre muchos otros campos de aplicación, las cuales en conjunto con 5G, amplían el espectro de posibilidades para el desarrollo de nuestras ciudades”.

Justamente, y aprovechando este tipo de tecnologías, investigadores del Departamento de Ingeniería de Sistemas y Computación de Los Andes, impulsados por el profesor Yezid, demostraron el potencial de su uso para la gestión inteligente de casas, parqueaderos, bibliotecas y semaforización dentro de las urbes, además de su uso para solucionar problemas del país, como la búsqueda de personas desaparecidas y el acompañamiento médico a soldados heridos en combate.

De esta forma, el Departamento de Ingeniería de Sistemas y Computación de la universidad se ha convertido en una incubadora de posibles soluciones inteligentes a problemas urbanos, a través del uso de las TIC. 

Estas son dos de las iniciativas que combinan el Internet de las cosas (IoT) y la Machine Type Communication (MTC), y que se han trabajado al interior del Departamento. 

Gestión del tráfico en Bogotá

Uno de los problemas más acuciantes en las ciudades es el tráfico. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el tráfico urbano aumenta cada año en un 2% y se espera que para el año 2050 el número de vehículos en las vías se duplique en comparación con la cifra actual. Esta es una de las razones por las que la implementación de IoT y MTC es frecuente para solucionar la congestión urbana.

De hecho, según el profesor Donoso, en el mundo se están utilizando sensores de tráfico equipados con tecnología MTC para monitorear el flujo vehicular y ajustar los semáforos en tiempo real para mermar los tiempos de desplazamiento y con ello, además, contribuir con la reducción de la emisión de gases contaminantes del aire, otro problema crítico de las ciudades actuales.

Bajo este contexto, los ingenieros de sistemas y computación Juan Camilo Bustamante Atehortúa, Juan Esteban Chaparro Machete, Alberto Mario Consuegra Laino y Alejandro Córdoba Borja, propusieron un sistema de control de tráfico y semáforos para Bogotá, basados en la infraestructura MTC.

En este proyecto, los investigadores construyeron un prototipo de sistema de control de tráfico, con sensores infrarrojos para captar la congestión en las intersecciones y la densidad del tráfico, y los semáforos como dispositivos para realizar la acción (actuadores), con el fin de asignar tiempos de duración de verdes dinámicamente en un diseño a escala de 12 vías. 

“A partir del diseño realizado, la construcción del prototipo y la implementación del algoritmo, se pudo constatar el gran potencial que tiene la quinta generación de redes y telecomunicaciones. Queda demostrado que, con esta revolución de nuevas tecnologías entrantes, las oportunidades de desarrollos e implementaciones son infinitas”, concluyen los investigadores. 

La MTC y la salud 

Esta tecnología también se ha utilizado en el sector de la salud con el fin de monitorear pacientes en tiempo real y emitir alarmas para que el personal médico tome decisiones rápidas y basadas en datos inmediatos, en caso de un incremento de la presión arterial o la frecuencia cardíaca, por ejemplo. 

Basados en esta posibilidad, los ingenieros de sistemas Mario Hernández Pérez, Carlos Rincón Hurtado y Mariana Villamizar Rodríguez, se propusieron crear un sistema de monitoreo y asistencia para soldados heridos en combate, utilizando drones y aplicaciones Machine to Machine (M2M). 

Los investigadores utilizaron sensores de ritmo cardíaco y drones para que, al identificar anomalías en los signos vitales, se envíe una alerta que despliega un dron de asistencia médica. 

Se implementó un sistema compuesto de tres nodos comunicados a través de una plataforma MTC. Uno de estos es un sensor de ritmo cardíaco conectado a un pequeño ordenador (Raspberry Pi) que monitorea continuamente los signos vitales de un soldado y envía una alerta en caso de detectar anomalías. Otro de los componentes es un dron que, al recibir la alerta, realiza las labores de localización y reconocimiento de la zona donde se encuentra el herido. Por último, se cuenta con un tablero de control que permite visualizar y monitorear en tiempo real el estado del  soldado, sus signos vitales y su geolocalización”, señala la investigación. 

Para concluir, el profesor Yezid afirma: “la Universidad de los Andes es un generador, transformador y agente responsable de la transferencia de conocimiento, además es un actor importante para la apropiación de la tecnología. Nosotros nos apropiamos de la MTC y somos pioneros en el país en realizar su integración con sensores, drones y diferentes tipos de dispositivos para generar soluciones a problemas reales. Estamos haciendo que nuestros estudiantes la conozcan, realicen implementación real de la tecnología y demuestren su potencial con casos exitosos”. 

Ciudades Inteligentes

ESPECIAL:
CIUDADES INTELIGENTES

ESPECIAL: CIUDADES INTELIGENTES ESPECIAL, CONTACTO 26

Mayo de 2023
Navega por el especial de CONTACTO: Ciudades inteligentes, en el que expertos de la academia, la industria y el gobierno nos presentan los retos y las oportunidades de construir las urbes del futuro que el planeta exige y en las que la innovación debe estar puesta al servicio de los ciudadanos, con el gran propósito de mejorar su calidad de vida. 
Inclusivas, Sostenibles e Inteligentes (CISI)

¿CÓMO SON LAS CIUDADES INCLUSIVAS, SOSTENIBLES E INTELIGENTES?

Juana Mariño | líder del componente de ecología urbana del proyecto de investigación ‘Systemic perspective on low carbon cities in Colombia’| [email protected] | Clemencia Escallón| profesora distinguida del Departamento de Arquitectura de la Universidad de los Andes |[email protected]| Nicanor Quijano | profesor titular del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Electrónica de la Universidad de los Andes |[email protected]| Ricardo Smith| profesor jubilado y emérito de la Universidad Nacional de Colombia |[email protected]

 

Mayo de 2023
Invitamos a cuatro de los autores del libro ‘Ciudades Sostenibles, un enfoque de modelaje integrado para el análisis de política en Colombia’, quienes nos presentan  una visión de hacia dónde debemos avanzar para materializar este modelo de urbes.

Para 2050, según la Organización de las Naciones Unidas, ONU, el 70% de la población mundial, que se estima alcanzará los 9.700 millones de personas, vivirá en ciudades. Esto quiere decir que si hoy son urgentes las medidas para hacer las urbes más aptas para la habitabilidad de los ciudadanos, para el futuro inmediato es absolutamente necesario tomar acciones con el fin, no solo de mejorar la calidad de vida urbana sino de preservar la sostenibilidad de los territorios. 

Esta sostenibilidad debe ser entendida, de acuerdo con el organismo multilateral, como un cambio en los patrones de producción, consumo y demanda, con el propósito de garantizar el equilibrio de todos  los ecosistemas vinculados a las urbes. 

Para avanzar en este camino, desde la CEPAL se ha propuesto el concepto de “Ciudades Inclusivas, Sostenibles e Inteligentes (CISI), es decir urbes que sean capaces de adoptar diferentes soluciones y tecnologías que les permitan alcanzar una óptima eficiencia en tema fundamentales como la gobernanza, la planificación urbana, la gestión pública, el acceso más equitativo a los servicios públicos, el uso responsable de los recursos, la proyección internacional, la cohesión social, la movilidad, el transporte, el capital humano y la economía, entre otros, con el propósito principal de mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos. 

En este especial de la Revista Contacto entrevistamos a cuatro de los expertos que hicieron parte del proyecto de investigación ‘Systemic perspective on low carbon cities in Colombia’, financiado por el Reino Unido por medio del programa UK-PACT, y cuyos resultados fueron sintetizados en el libro ‘Ciudades Sostenibles, un enfoque de modelaje integrado para el análisis de política en Colombia’, quienes nos dieron su visión de hacia dónde deben avanzar las urbes colombianas para consolidar lo que ellos denominan “ciudades sensibles a la sostenibilidad o a los ecosistemas” y el rol de la universidad para ayudar a materializarlas.

Se trata de Nicanor Quijano, profesor titular del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Electrónica y Clemencia Escallón, profesora distinguida del Departamento de Arquitectura de la Universidad de los Andes, la arquitecta Juana Mariño, líder del componente de ecología urbana del proyecto, y  Ricardo Smith, ingeniero civil, profesor jubilado y emérito de la Universidad Nacional de Colombia.

Es importante recordar que este proyecto de investigación, que fue liderado por las facultades de Ingeniería y Arquitectura y Diseño de la Universidad de los Andes y que contó con la participaron más de 26 investigadores, propone “una metodología y una caja de herramientas para apoyar el desarrollo urbano sostenible” y, a través de dos casos de estudio, el macroproyecto urbano Ciudad Verde, en el municipio de Soacha, y Lagos de Torca, desarrollo urbano en etapa de construcción en Bogotá, “realiza una aproximación sectorial que considera los ecosistemas urbanos, el manejo integrado del agua, el uso de la energía, la gestión de residuos, la movilidad sostenible y las edificaciones e infraestructuras”.

Si desea, puede descargar el libro sin ningún costo aquí.

Ciudades sostenibles apoyadas de la tecnología 

Para el profesor Nicanor Quijano, lo que se conoce como ciudades inteligentes son urbes que tienen una serie de problemáticas en las que la tecnología puede ayudar a encontrarles soluciones óptimas. Sin embargo, sostiene, que la parte tecnológica no puede estar sola, sino que requiere de una interconexión con otras ideas y elementos que permitan que estos avances tecnológicos faciliten la construcción de ciudades sostenibles. 

“No es que las ciudades deban ser inteligentes, es que deben ser sostenibles. Es decir, necesitamos resolver cómo vamos a garantizar la supervivencia de ese 70% de la población que va a vivir en las urbes en 2050. Tenemos que empezar a ver las ciudades como algo sistémico”, sostuvo.

De acuerdo con el profesor, el llamado es avanzar hacia una ciudad sensible a la sostenibilidad, una ciudad del futuro que sea dinámica y evolutiva, que tenga en cuenta “el buen uso del suelo, la maximización de los servicios ecosistémicos, la gestión eficiente y sostenible de recursos como la energía, el transporte, los residuos, una oferta de bienes públicos para el bienestar, que genere innovación y conectividad, con el fin avanzar en la reducción, mitigación y adaptabilidad al cambio climático”, añadió. 

Para el docente, con este propósito la tecnología puede emerger en el ambiente de la ciudad para ayudar a mapear, a tener información, datos y sobre estos poder buscar soluciones. Sin embargo, debe ir más allá, y hacer que la gente y el mismo ambiente se integren y no queden al margen. 

“Nuestra visión es bottom up, es decir, de abajo hacia arriba, desde las personas hacia los gobiernos, para que estos últimos puedan tomar decisiones con información pertinente. No nos concentramos en la sensórica, en los actuadores, sino en una visión más amplia: una ciudad sensible a la cohesión social, a la movilidad, a la energía, con unos ejes transversales, como el agua y la ecología urbana”, señala Quijano.  

Para esto, de acuerdo con el profesor, es necesario que las universidades le apuesten a desarrollar laboratorios vivos que experimente con este tipo de propuestas, en las que se puedan integran diferentes soluciones, “claro, apalancadas de la tecnología, pero que buscan como gran objetivo mejorar la calidad de vida de las personas. No es tener tecnología por tenerla, es usarla para tomar decisiones que logren un impacto”, concluyó.  

Nicanor Quijano, profesor titular del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Electrónica

El territorio como actor principal

Desde la ecología urbana, comenta la arquitecta Juana Mariño, se plantea entender las ciudades como un tipo de paisaje particular en el cual “se deben redefinir y reconstruir las relaciones con la naturaleza”. 

“Puede que la tecnología entre a jugar un papel importante, pero no se trata de buscar simplemente la solución tecnológica a los problemas de la ciudad. Lo inteligente se encuentra en cómo hacer que la naturaleza sea una aliada para resolver dificultades, alcanzar objetivos, generar mejores condiciones de vida y hacer que la ciudad sea más sostenible, resiliente y amable”.

En ese sentido, la propuesta es, de acuerdo con Mariño, “volver a la esencia de entendernos como una especie más, dejar a un lado la mirada de la naturaleza como un recurso para el beneficio humano, y hablar de biodiversidad y servicios ecosistémicos”.

De esta manera, la ciudad pasa a ser concebida como un “paisaje emergente”, sensible al ecosistema en el que está inmersa, y que entiende que se debe “incorporar la naturaleza en todas sus dimensiones para calificarla y cualificarla”. 

Se avanza así en una comprensión más cercana y práctica de la función socio-ecológica del territorio que genera beneficios en todos los niveles, porque “en la medida en la que cualquier ciudad genera mejores indicadores de ecología urbana es un mejor lugar para vivir y se valoriza social, económica y ambientalmente. El concepto es avanzado e incorpora de alguna manera todo lo asociado a sostenibilidad, resiliencia y adaptabilidad”, añadió. 

 

Juana Mariño, líder Componente "Ecología Urbana", proyecto "Systemic perspective on low carbon cities in Colombia" en Universidad de Los Andes - UKPact
Juana Mariño, líder Componente «Ecología Urbana», proyecto «Systemic perspective on low carbon cities in Colombia» en Universidad de Los Andes – UKPact

Entendimiento integral de la condición urbana

Para avanzar en el camino de construir ciudades sensibles a la sostenibilidad lo más importante, explica Clemencia Escallón, es entender el territorio y sus dinámicas, con un enfoque integrado. 

Para ello, el sistema de indicadores sectoriales y la caja de herramientas fruto de la investigación liderada por la Universidad de los Andes, permiten determinar las etapas en el camino a la sostenibilidad en la que se encuentra la ciudad y además identificar las acciones o la ruta que se debe seguir para avanzar y mejorar. 

“Se trata de entender la condición de cada territorio urbano sin generalizar ni dar soluciones estándar. Podemos ver las acciones de mejora, saber dónde está la ciudad y qué sería lo factible de hacer, de acuerdo a su territorio y sus particularidades, para alcanzar la sostenibilidad”. 

En materia de infraestructura urbana, lo más importante es generar viviendas seguras, saludables, que brinden confort, en vecindarios con una oferta de servicios y equipamientos pertinentes y oportunos, para llegar a ciudades con entornos construidos sostenibles, bien gestionados.

“Hoy los edificios y las urbanizaciones nuevas tienen buenas condiciones técnicas de construcción: tienen servicios, vías y andenes, pero la gestión de los proyectos está fraccionada. Hay que pensar en escenarios de actuación que generen oportunidades para los residentes de los nuevos proyectos urbanos en los cuales el crecimiento se dé de una manera equilibrada, con vivienda, servicios y equipamientos de forma simultánea, o en secuencias de tiempo pertinentes, propiciando mejores entornos urbanos para todos sus habitantes”, comenta la profesora Escallón. 

Clemencia Escallón, profesora distinguida del Departamento de Arquitectura de la Universidad de los Andes
Clemencia Escallón, profesora distinguida del Departamento de Arquitectura de la Universidad de los Andes

Hacia una movilidad sostenible

Es evidente que el transporte o la movilidad tradicional, relacionada con vehículos que usan combustibles fósiles, es uno de los mayores contaminantes en las ciudades de Colombia y del mundo, por eso, transformar la forma en la que las personas se desplazan en los entornos urbanos es fundamental para reducir los gases de efecto invernadero y poder apostarle a una mayor sostenibilidad.

El camino señalado, indica el experto Ricardo Smith, es cambiar los hábitos de transporte hacia una movilidad activa, a través del estímulo del uso de la bicicleta, con la ampliación de la oferta de ciclorrutas, y caminar por senderos peatonales seguros, que, además de actividades saludables, no contribuyen a la emisión de contaminantes.

Otras medidas que se deben tener en cuenta, en búsqueda de una ciudad sostenible, son priorizar el uso de transporte público colectivo no contaminante, conformado por flotas de buses eléctricos, y declarar algunos espacios urbanos como zonas de cero emisiones.

“Hay muchas medidas que pueden ayudar a hacer una ciudad sensible a la sostenibilidad o ponerla en el camino de serlo, y esto está directamente relacionado con las TIC. Todo lo referente a la gestión de la movilidad requiere la utilización de tecnologías para que las ciudades tengan sistemas de transporte integrados y multimodales, generar información al usuario, sistemas de recaudo unificado con medios de pago digital, y programación y control de flota, entre otros”, comenta el experto. 

Ricardo Smith, ingeniero civil, profesor jubilado y emérito de la Universidad Nacional de Colombia
Ricardo Smith, ingeniero civil, profesor jubilado y emérito de la Universidad Nacional de Colombia

Una universidad sensible a la sostenibilidadAdemás de la gestión de conocimiento para hacer que las ciudades recorran el camino hacia la sostenibilidad, el llamado de los docentes es que la universidad asuma el compromiso de tomar acción y hacer práctica la investigación.

Por un lado, señala el profesor Quijano, “se necesita seguir trabajando en la formación de alto nivel de profesionales que entiendan estas problemáticas y que hagan parte de instituciones públicas y la industria, con el fin de que se conviertan en interlocutores pares y una masa crítica de lo que sucede en la realidad de las ciudades colombianas”. 

“Hay mucho por explorar y se necesita que la academia genere más doctores en estos temas y haya mayor apoyo a las investigaciones. Se debe hacer un trabajo intersectorial, con más interacción entre disciplinas y considerar los problemas con mayor transversalidad”, explica el profesor. 

Además, señala la profesora Escallón, la acción de la academia debe ir más allá de decir cómo hacer las cosas y hacer un llamado a otros actores para sensibilizarlos y experimentar en procesos reales estas claves para la sostenibilidad urbana.

“Tenemos que comprometernos con un escenario más activo. Hay seis sectores: agua, movilidad, ecosistemas, residuos sólidos, energía e infraestructura, y la universidad debe dar pasos para avanzar en cada uno”.   

Para finalizar, una alternativa que propone la arquitecta Juana Mariño es que la universidad reconozca el potencial que tiene para convertirse en un gran laboratorio, se torne en una especie de campus sensible a la sostenibilidad, y que sea la primera en realizarlo en su entorno. De esta forma no solo muestra la aplicación práctica del conocimiento que genera, sino que se convierte en un ejemplo para que los tomadores de decisiones actúen en pro de avanzar en la consolidación de ciudades sostenibles. 

Triángulo de Fenicia

TRIÁNGULO DE FENICIA, MODELO DE CIUDAD PARA COLOMBIA Y EL MUNDO

Catalina Rodríguez | coordinadora del Programa Progresa Fenicia| [email protected] | Maurix Suárez| gerente del campus de la Universidad de los Andes| [email protected]|  Fernando Jiménez| líder del Buró de Innovación Germania, BIG, y profesor asociado del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Electrónica de la Universidad de los Andes| [email protected] | Nathalia Franco| directora del Centro Interdisciplinario de Estudios sobre el Desarrollo, Cider, de la Universidad de los Andes y una de las promotoras del programa Progresa Fenicia| [email protected]

 

 

Mayo de 2023
Conoce el proyecto promovido por la Universidad de los Andes que busca convertir el barrio Las Aguas de Bogotá en el piloto del desarrollo de las ciudades del futuro en Colombia.

Al noroeste del Centro Histórico de Bogotá, en la falda del cerro de Monserrate, se está planeando transformar la que será la primera “ciudad dentro de la ciudad” inteligente, circular y sostenible de Colombia. 

El territorio protagonista de este proyecto es el tradicional barrio Las Aguas que, con más de 100 años de historia, guarda a lo largo de sus calles y casas, algunas aún muy antiguas, el recuerdo del nacimiento industrial capitalino, con las primeras fábricas de chocolate, cerveza, sombreros, velas y vidrio, entre otras, que tuvo Bogotá. 

Así que, más de un siglo después, el barrio Las Aguas volverá a ser el epicentro de una nueva revolución, esta vez, la de las ciudades del futuro. 

Esta reciente historia comenzó en 2004, cuando la Alcaldía de Bogotá, a través del Plan de Ordenamiento Territorial, POT, decidió declarar buena parte del barrio Las Aguas como área de renovación urbana. Esto quiere decir que abrió la posibilidad para que se desarrollara un proyecto de transformación y revitalización dentro del territorio con el propósito de convertir sus espacios deteriorados en nuevas zonas para el disfrute y desarrollo de sus comunidades.  

Una oportunidad que la Universidad de los Andes, el principal vecino de esta comunidad desde 1948, se tomó muy en serio como una manera de repensar, además de su crecimiento y futuro, su responsabilidad con los habitantes de este sector que la ha acogido por más de siete décadas. 

De esta manera, empezó un trabajo de diálogo entre la comunidad, la universidad y la administración distrital para darle forma a lo que se convertiría, posteriormente, en la propuesta del Plan Parcial de Renovación Urbana “Triángulo de Fenicia”, promovido por Los Andes.

Para lograr que los objetivos contemplados en esta propuesta de renovación fueran alcanzados, entre estos, generar nuevo espacio público y equipamientos, fortalecer la economía del sector, optimizar su infraestructura urbana, integrar los cerros orientales a la ciudad, promover proyectos inmobiliarios, garantizar la permanencia de propietarios y moradores de la zona y proteger la conservación de los bienes de interés cultural de la zona, entre otros, la universidad decidió darle vida, en 2011, al Programa Progresa Fenicia.

La iniciativa, contenida en el Programa de Desarrollo Integral, PDI, 2011-2015 de la universidad y que hace parte de la Gerencia del campus, buscaba materializar, además del plan parcial de renovación, cumplir con el objetivo de Los Andes de generar proyectos de transformación e innovación que impacten su entorno. 

El Programa Progresa Fenicia se convirtió, entonces, en el articulador de proyectos sociales, ambientales, económicos y urbanísticos que desarrolla en conjunto con el Fideicomiso Triángulo de Fenicia, los constructores, el distrito y los vecinos del sector, entre otros actores, buscando  incluir y beneficiar a los diferentes involucrados en el plan parcial de renovación, para hacer realidad ese territorio imaginado. 

“Este es un epicentro de creación de nuevas maneras de hacer y ejercer ciudadanía, de cooperar y de construir ciudad entre todos”, señaló Catalina Rodríguez, coordinadora del Programa Progresa Fenicia. 

Tenemos luz verde 

Luego de casi una década de trabajo y conocimiento construido entre la comunidad de Las Aguas y la universidad, el Distrito, mediante el Decreto 420 de 2014, adoptó el Plan Parcial de Renovación Urbana “Triángulo de Fenicia”, con el que se daba luz verde al proyecto. 

Quizá, una de las principales innovaciones de este plan parcial de renovación es que enfrenta, como lo señaló Maurix Suárez, gerente del campus de la Universidad de los Andes, en su momento, “uno de los problemas más grandes de la renovación urbana a nivel mundial: la llamada gentrificación, es decir, el desplazamiento de la clase media y trabajadora de una zona, cuando al renovarse un sector urbano con modernos edificios, comercios y oficinas se desplaza a sus habitantes, se desconoce su historia y sus raíces, y se pierde la conexión con el pasado”. 

Esto, porque en el “Triángulo de Fenicia” se protegerán a las casi 400 familias residentes del lugar, bajo el eslogan “Todos nos movemos, todos nos quedamos”. 

De esta manera, el plan de renovación urbana garantiza que los propietarios de la zona reciban, en el nuevo proyecto inmobiliario, los mismos metros cuadrados que hoy poseen, que mantengan, por un periodo inicial de 10 años, el mismo estrato de su predio actual  y que se ofrezcan facilidades para que los residentes arrendatarios puedan adquirir una vivienda en el sector.

Con esta luz verde, el equipo de trabajo del Programa Progresa Fenicia inició la etapa de implementación del proyecto, en el que su gran protagonista ha sido la comunidad. 

Existe un programa de refuerzo escolar (Refuerzo Escolar Fenicia) al que asisten los niños en edades entre  6 y 17 y el PreIcfes de Fenicia, al que asisten jóvenes que cursen el grado once, los propietarios de negocios de la zona participan del programa Emprende Fenicia, sus adultos mayores pueden acceder a alfabetización en informática e inglés, y a clases de yoga, baile y tejido. 

En el 2015, fue creada la Huerta Fenicia, en la que mujeres como María Antonia Jaimes y Luz Amparo Bedoya, entre muchas otras, algunas madres cabeza de familia, han encontrado una nueva oportunidad. En este espacio, destinado a la agricultura urbana, ellas cultivan romero, variedad de hortalizas, kale, suculentas, menta, papa y yacón, entre otros productos que usan para su consumo diario, pero que también les ha permitido aprender una nueva actividad. La huerta está abierta a toda la comunidad aledaña al Plan Parcial

Huerta Fenicia
Huerta Fenicia

Una ciudad inteligente, circular y sostenible 

Durante esta fase de implementación del proyecto y a la par del trabajo con la comunidad, el Programa Progresa Fenicia empezó a pensar cómo aprovechar el plan parcial de renovación para desarrollar, en este lugar, un piloto de ciudad inteligente, circular y sostenible que fuera pionero en Colombia.

Esto, con el fin de llevar la investigación y los diferentes avances tecnológicos que se desarrollan al interior de la academia al mundo real, para que Triángulo de Fenicia se convirtiera en un laboratorio vivo en este tema.

Una oportunidad de oro, teniendo en cuenta que, las renovaciones urbanas permiten establecer una gestión inteligente de los territorios, pieza clave de este modelo de smart city, ciudades circulares y/o sostenibles, como lo señalan los expertos.

“Una ciudad inteligente es aquella que coloca a las personas en el centro del desarrollo, incorpora Tecnologías de la Información y Comunicación en la gestión urbana y usa estos elementos como herramientas para estimular la formación de un gobierno eficiente que incluya procesos de planificación colaborativa y participación ciudadana. Al promover un desarrollo integrado y sostenible, las smart cities se tornan más innovadoras, competitivas, atractivas y resilientes, mejorando así las vidas de sus habitantes”, señala el documento “La ruta hacia las smart cities: migrando de un gestión tradicional a la ciudad inteligente”, del Banco Interamericano de Desarrollo, BID. 

Y este es, precisamente, el enfoque de desarrollo que se está pensando para el “Triángulo de Fenicia” y que ya ha empezado a obtener reconocimientos internacionales. Por ejemplo, ser escogido como piloto del Programa Acelerador de Eficiencia Energética (Building Efficiency Accelerator, BEA) para Colombia, monitoreado por el Consejo Colombiano de Construcción Sostenible, CCCS. 

Este es uno de los seis programas para escalar las acciones de eficiencia en el marco de la iniciativa denominada Sustainable Energy for All (SE4ALL) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y del Banco Mundial. 

Gracias a este apalancamiento y como parte de todo el trabajo de transferencia de conocimiento para conectar la investigación que se realiza en la universidad con la práctica, nació en 2019 el laboratorio fotovoltaico “KIOSOL” o Kiosko SoLar», en el que se estudia, a pequeña escala, cómo aprovechar y gestionar, de manera inteligente, energías renovables para  la comunidad del barrio Las Aguas, a través de una microrred. 

En el largo plazo se busca avanzar hacia una red inteligente, a gran escala,  que aproveche fuentes renovables de energía y que adopte herramientas como IoT, Infraestructura de Medición Avanzada, Interfaces Hombre Máquina y Living Lab, entre otras, una red de sensores urbanos y tecnologías de monitoreo y almacenamiento de información de áreas como tránsito, calidad del aire, temperatura, nivel de ruido, gestión de semaforización, video vigilancia, seguridad y situaciones de emergencia, smart parking y contar con una estación de carga para vehículos eléctricos o híbridos de acceso público, entre otras soluciones. 

Pero, además de la iniciativa de eficiencia energética, en el marco del proyecto de renovación urbana se vienen planteando otras iniciativas que, por ejemplo, permitan el uso más responsable de otros recursos como el agua, faciliten la reducción de la huella de carbono, mejoren la gestión y el aprovechamiento de los residuos e impulsen la construcción sostenible y la movilidad verde. 

Adicionalmente, hoy el proyecto cuenta con el Buró de Innovación Germania, BIG, liderado por Fernando Jiménez, profesor asociado del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Electrónica de la Universidad de los Andes, que busca ser una plataforma colaborativa de participación, experimentación, aprendizaje y transferencia de conocimiento. 

“BIG quiere ser ese espacio de trabajo y reflexión de cómo debe ser ese nuevo modelo de ciudad donde las tecnologías son la herramienta y el pretexto para resolver problemas de la vida cotidiana que mejoren la calidad de vida de las personas, en algo que nosotros llamamos tecnologías conscientes para comunidades inteligentes”, agregó el profesor. 

Para Nathalia Franco, directora del Centro Interdisciplinario de Estudios sobre el Desarrollo, Cider, de la Universidad de los Andes y una de las promotoras del programa Progresa Fenicia y del Decreto 420 de 2014, tenemos que ver a Fenicia como un modelo integral de gestión del territorio que beneficia a todo los que hacen parte del proyecto y en el que la universidad ha puesto, sobre sus planos, todo el trabajo de investigación que sobre este tema ha realizado. 

“Hemos logrado que Fenicia se convierta en un referente sobre estos nuevos modelos de renovación que necesita, no solo Colombia sino el mundo”, añadió. 

Razón por la que el proyecto recibió el  Premio Internacional a la Excelencia en Planeación 2020 en América Latina, entregado por la Asociación Americana de Planeación (APA, por sus siglas en inglés); en la categoría Planeación Comunitaria y Regional, destacando sus esfuerzos en la formulación, consolidación y ejecución de una renovación urbana incluyente. 

 

 

Innovación para la transformación de las ciudades

INNOVACIÓN PARA TRANSFORMAR LAS CIUDADES

Camacol Bogotá y Cundinamarca| camacolbyc.com

Mayo de 2023

COLUMNISTA INVITADO
Camacol Bogotá y Cundinamarca 


La gestión de las ciudades se ha venido transformando de forma radical y veloz en los últimos años. El manejo de los datos y la tecnología ha dejado de ser un valor agregado y pasó a ser una necesidad para la gestión eficiente e innovadora de la planificación del crecimiento urbano y la provisión de servicios sociales.

Ejemplos de esta innovación  son la evolución de los Sistemas de Información Geográfica (GIS) hacia los gemelos digitales, los cuales permiten la recopilación y análisis de datos espaciales para la toma de decisiones en áreas como la planificación urbana; la gestión de riesgos y la movilidad; los Sistemas Inteligentes de Transporte (SIT), que incluyen desde sensores para monitorear el flujo del tráfico hasta sistemas de pago y reservas para transporte público, o el Internet de las Cosas (IoT), para el monitoreo de la calidad del aire, la gestión de residuos y el suministro de energía.

La intervención de la tecnología en la gestión de ciudades depende poderosamente de un insumo: la información. Camacol B&C, mediante su Observatorio Urbano Regional – OUR, busca producir de primera mano esta capa de información que podemos llamar infraestructura geoespacial. Por ejemplo, en un estudio realizado para el periodo 2017 – 2022, el OUR logró georreferenciar más de 5.000 licencias urbanísticas en 10 municipios de la Sabana de Bogotá. 

Cada licencia cuenta con información que estandarizamos y que contiene aspectos como los usos del suelo, áreas licenciadas, localización, tipo de licencia, entre muchas otras variables. Dentro de los grandes retos que tuvo Camacol ByC para obtener esta información se encuentran los errores humanos en el registro de información. 

De igual forma nuestro estudio detectó pasos a seguir y de cómo por ejemplo con la ayuda de  inteligencia artificial y la tecnología podemos agregar valor a esta información tratando por ejemplo estos datos en tiempo real, optimizando la forma de recolectar la información y produciendo análisis espaciales y numéricos sobre el comportamiento de este fenómeno en un territorio concreto. De esta forma se podría consolidar un instrumento que alimente a los formuladores de política pública de ordenación del suelo permanentemente frente a cuáles son las zonas que más licenciamiento reciben, sus características y el monitoreo sobre el cumplimiento de la norma.

De forma análoga, el OUR compila información sobre los Planes de Ordenamiento Territorial de 12 municipios de la Sabana. Con modelos digitales será posible consolidar la información cartográfica y espacial, más de 400 capas de información, se tenga una imagen holística del territorio, observando las particularidades de la planeación municipal y las oportunidades que demuestra la planificación regional articulada. Con seguridad se encontrarán patrones sobre las características comunes que comparten los suelos declarados como expansión, aquellos tejidos residenciales que requieren intervenciones o la identificación de las zonas de riesgo.

Estas herramientas definirán la planificación de las más de 100 mil viviendas que se espera se construyan en el mediano plazo en la región, calculando el potencial existente en los planes parciales aprobados por las autoridades locales.

¿Cómo se puede asegurar que estas innovaciones tecnológicas estén mejorando la calidad de vida de los ciudadanos? ¿Cómo se puede garantizar que estas tecnologías sean accesibles y equitativas para todos? ¿Cómo garantizar que su aplicación se realice desde criterios de sostenibilidad? 

La respuestas a estas preguntas serán exploradas en diversas charlas y paneles a cargo de expertos en tecnología, urbanismo y políticas públicas, quienes compartirán sus experiencias y perspectivas sobre este tema en el marco de la XVII Feria Internacional Expoconstrucción y Expodiseño y de SmartCity Expo Bogotá World Congress, en la que Camacol Bogotá y Cundinamarca, la Universidad de los Andes, la Empresa de Renovación Urbana (ERU), Vanti y ESRI unen esfuerzos para crear una agenda académica que analice y profundice sobre la importancia de la innovación tanto en el sector público como en el privado para la consolidación de las ciudades del futuro.

Los asistentes al evento presenciarán exposiciones sobre ciudades con bajas emisiones de carbono en Colombia, tecnología y participación comunitaria en la renovación urbana, distritos térmicos, los gemelos digitales urbanos, así como las transformaciones institucionales que vivirá Bogotá en pro de la gestión urbana inteligente, entre muchas otras temáticas.

Este espacio académico se denomina Foro de las Ciudades Inteligentes y la Infraestructura Social, y se desarrollará el viernes 2 de junio de 2023 entre las 8:00 de la mañana y la 1:00 de la tarde en el Auditorio Principal de Corferias, como parte de la programación de SmartCity Expo.

Adicionalmente, los asistentes al Foro podrán disfrutar de Expoconstrucción y Expodiseño, una de las ferias especializadas más grandes de Latinoamérica que impulsa el desarrollo y crecimiento de los sectores de la construcción, arquitectura, infraestructura y diseño en la región. 

Se le considera la plataforma de negocios más importante del sector de la construcción, y  contará con una nutrida muestra comercial de los principales proveedores y empresarios de materiales, insumos, productos, equipos, maquinaria, servicios y tecnología de los sectores y subsectores de la construcción, una completa agenda académica y contenido experiencial que, durante seis días de feria, permitirán la generación de nuevos negocios al interactuar y entrar en contacto con los visitantes. La feria se llevará a cabo del 30 de mayo al 4 de junio de 2023.  

 

Sandra Borda Ferro, ingeniera industrial, Universidad de los Andes.

SANDRA BORDA FERRO
“LOS DATOS TIENEN EL PODER DE TRANSFORMAR VIDAS”

Diciembre de 2021
En diciembre de 2020, la Alcaldía de Bogotá lanzó Ágata, la primera agencia analítica de datos de Colombia y una de las pocas que operan en el mundo. Un proyecto sin precedentes que nació con el propósito de transformar la información de los ciudadanos en datos valiosos que permitan tomar decisiones que mejoren su calidad de vida.

Con este proyecto, Bogotá busca además posicionarse en el mundo como una ciudad inteligente. Un reto mayúsculo que estuvo, desde su primer día, en cabeza de Sandra Borda Ferro, una ingeniera industrial uniandina, para quien el análisis de datos se ha convertido en la base de su trabajo para mejorar diferentes entornos.

Su gusto por los números y su inquietud por entender en detalle cómo funcionan las cosas, la llevaron a tomar la decisión de estudiar Ingeniería y luego optó por hacer su énfasis en producción y finanzas. Su encanto por el análisis de los datos lo fue encontrando poco a poco a lo largo de su carrera.

Una vez se graduó como ingeniera realizó el Programa Integral de Dirección de la Universidad de la Sabana, y posteriormente un MBA en la Universidad de Barcelona. De manera complementaria realizó los cursos de Introducción al Análisis de datos para la toma de decisiones y Transformación digital, también en Los Andes.

Durante sus primeras experiencias laborales, en compañías tan importantes como Nielsen y Rappi, que fueron clave, de acuerdo con Borda, para potenciar y profundizar habilidades en ciencia, modelos, productos y estructuras de datos, esta ingeniera uniandina logró desempeñar labores estratégicas en diferentes áreas.

Uno de sus principales logros fue liderar el equipo de Data Science de Nielsen, inicialmente para Colombia y luego para la zona de América Latina del norte. “El reto en esta labor estuvo en liderar un área en la que si bien tenía conocimiento técnico no era experta, más aún teniendo en cuenta que este era el proyecto más grande –en ese momento– para la operación de la compañía en el país. Nuestro equipo de Data Science fue reconocido como el más innovador en el área de Data Science dentro del grupo de países en crecimiento”, agregó la ingeniera uniandina.

Una estrecha relación con los datos

Durante estos años de experiencia laboral, Borda ha centrado su trabajo en el análisis de datos como guía y base para el mejoramiento y la creación de procesos y equipos de alto impacto, más eficaces y exitosos.

Así que si alguien tenía las capacidades para asumir el reto de darle vida a Ágata, sin duda era ella, quien desde el inicio le aportó al proyecto una visión clara de la importancia de los datos y sus aplicaciones para mejorar la calidad de vida de las personas.

La analítica usada por Ágata ayuda, por ejemplo, a gestionar servicios sociales con una visión completa sobre los requerimientos de los ciudadanos, permite dar respuesta automática a solicitudes por redes sociales, disminuir el consumo de energía del alumbrado público con el uso de sensores inteligentes, hacer seguimiento a riesgos como inundaciones, deslizamientos o incendios forestales y ofrecer soluciones para que los comerciantes informales tengan acceso a microcréditos del sistema financiero con mejores condiciones, para evitar la usura, entre muchas otras posibilidades.

Ágata desarrolla soluciones innovadoras y sostenibles que promueven y mejoran la toma de decisiones a partir de los datos para definir las bases de una ciudad inteligente

“La magia de crear una empresa trae la oportunidad de poder definir de cero los diferentes pilares de la misma. En este caso, Ágata fue concebida como la agencia que desarrolla soluciones innovadoras y sostenibles que promueven y mejoran la toma de decisiones a partir de los datos, generando un impacto positivo en la sociedad, además de definir las bases de una ciudad inteligente”, señaló Borda.

Tanto en Ágata, como en sus demás experiencias laborales, Borda ha aplicado aprendizajes valiosos que le dejó su paso por Los Andes, entre estos el desarrollo de un pensamiento crítico y un esquema mental para abordar situaciones en busca de soluciones y encontrar en la diversidad la mejor manera de aprender y hallar formas diferentes y mejores de hacer las cosas.

“En la universidad tuve la oportunidad de conocer personas de diferentes carreras, culturas e ideologías y aprendí a valorar la diversidad tanto en el trabajo en equipo como en mi vida personal. No basarse en definiciones preestablecidas o paradigmas. Reconocí el valor de la flexibilidad aplicada al desarrollo personal. Si bien hay materias que definitivamente debes cubrir para ejercer una profesión, cada uno tiene la capacidad y la responsabilidad de diseñar su plan de estudios enfocado en lo que quiere hacer en el futuro. En la vida profesional lo he aplicado igual, creo que el plan de carrera no es responsabilidad de las empresas; aunque existen unos mínimos en un perfil para poderlo ejercer de manera adecuada, trabajar y prepararse para el rol está en la capacidad y responsabilidad de cada uno”, añadió.

En la universidad tuve la oportunidad de conocer personas de diferentes carreras, culturas e ideologías y aprendí a valorar la diversidad tanto en el trabajo en equipo como en mi vida personal.

En busca de la equidad

Sandra Borda es una de las tantas ingenieras que ha roto paradigmas y ha contribuido a cerrar las brechas de género que aún se presentan en el mundo. Si bien, ella ha tenido la posibilidad de asumir papeles de liderazgo en áreas técnicas con alta responsabilidad y ser reconocida en ellos, además de estar acompañada por otras líderes de gran trayectoria y admiración, reconoce que es innegable que todavía y en la medida que los trabajos son más técnicos, menos administrativos y existe una mayor responsabilidad, la proporción de ellas disminuye.

“Para seguir cerrando estas brechas, es necesario eliminar las etiquetas que históricamente hemos definido como trabajos de hombres y trabajos de mujeres, porque cualquiera de los dos tienen la capacidad de ejercer diferentes labores, lo importante es identificar las fortalezas de cada uno. Es clave que en lugar de buscar la igualdad –porque somos diferentes biológica, física y psicológicamente– busquemos la equidad y aprovechemos las diferencias. En la medida en que las mujeres tengamos las mismas oportunidades y se valoren las diferencias, de manera natural el mercado laboral irá eliminando estas inequidades”, concluye Borda.

“En la medida en que las mujeres tengamos las mismas oportunidades y se valoren las diferencias, de manera natural el mercado laboral irá eliminando estas inequidades”

Durante su gestión para darle vida a Ágata, encontró la oportunidad para que muchas mujeres de su equipo lograran ocupar diferentes espacios y roles estratégicos, en los que si bien la proporción de hombres sigue siendo mayor, logró generar las condiciones para seguir equiparando la balanza.

Su convicción siempre ha sido contar con equipos de trabajo diversos que logren sacar el mejor provecho de las diferencias y las fortalezas que tiene cada uno de sus miembros. Ese fue uno de sus grandes aportes para consolidar este gran proyecto que ahora deja para emprender nuevos retos.

“Para mí es muy importante que lo que Agata está haciendo realmente logre el impacto que sabemos que tiene, ese fue mi mayor compromiso”, concluyó.