Álvaro Torres | Consultor, empresario y profesor titular retirado de la Universidad
de los Andes. | alvaro.torres@electryonpower.com
Julio de 2022
Si bien Colombia ha avanzado en establecer los lineamientos, las hojas de rutas y las metas para el desarrollo del sector energético, con miras a lograr una transición sostenible, dentro de la cual las energías no convencionales son protagonistas, todavía hay desafíos y barreras por superar.
Para conocer cuáles son estos retos que aún tiene el país, invitamos a Álvaro Torres, quien fue profesor de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de los Andes por más de 35 años y que por más de 5 años ha trabajado en el sector de las energías renovables a través de su empresa, Electryon Power Inc., en la que ha originado y desarrollado proyectos por un poco más de 500 megavatios de energía solar y que también trabaja en iniciativas de producción de hidrógeno verde.
“Conozco lo que está pasando porque he vivido las dificultades que hay cuando se empieza a desarrollar un sector como este en el país. Yo creo que el gobierno ha hecho un buen trabajo en los temas de promoción y regulación de las energías renovables. Con la ley de Transición Energética se establecieron unas bases muy importantes. Sin embargo, hay muchos temas y retos que todavía se necesitan resolver y que puedo resumir en seis, principalmente”, manifestó Torres.
1.Mejorar y acelerar la regulación ambiental. Un reto importante es mejorar y acelerar la expedición de la regulación ambiental para la realización de estos proyectos, ya que lo relacionado con el ambiente es el principal motivador de las energías limpias para reducir la huella de carbono y, por lo tanto, los retos ambientales son los primeros que habría que vencer.
“La regulación debe mejorarse o perfeccionarse para estar acorde con las tecnologías renovables. Hoy en día se manejan términos de referencia que no tienen en cuenta las características específicas de cada tecnología y, por lo tanto, se generan sobrecostos en el desarrollo de proyectos y trámites adicionales innecesarios. Por ejemplo, para iniciativas de energía solar hay requerimientos que tienen que ver con emisiones de ruido y de gases, que no existen en estos proyectos, pero que vuelven más lento y complicado hacer un estudio ambiental.
Por otro lado, se debe avanzar en la regulación ambiental para la producción de hidrógeno verde. El gobierno estableció una hoja de ruta para este recurso, y es entendible que todavía no haya una regulación ambiental, porque es un área bastante incipiente. Sin embargo, ya hay empresas como nosotros que estamos iniciando proyectos en producción de hidrógeno tanto para el mercado nacional como el mercado internacional”, aseguró el empresario.
2.Los cambios regulatorios. Para el ingeniero, el segundo reto del sector desde el punto de vista empresarial, es estar muy atento al tipo de regulación y a la oportunidad de una nueva regulación en cada momento. Aunque, afirma, que los cambios regulatorios son normales y necesarios en la transición energética, que va más rápido de lo que se pensaba, algunos han causado traumatismos y demoras.
“Por ejemplo, la resolución de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) 075 de 2021 implementó unos cambios importantes y necesarios, pero no tuvo en cuenta bien los tiempos y las obligaciones de todos los agentes del mercado, lo cual implica que la entrada de proyectos nuevos que se pensaban implementar este año, se va a demorar por lo menos seis o doce meses”, añadió.
Sin embargo, destacó que uno de los beneficios de esta resolución fue darle más seriedad al mercado y quitarle especulación, al limpiar del sistema alrededor de 4.500 megavatios que estaban siendo ocupados por desarrolladores que tenían la conexión, pero no la capacidad para desarrollar los proyectos correspondientes, con lo que se desaprovechó la oportunidad para que otros desarrolladores, con mayores recursos y capacidad, implementaran iniciativas viables.
3.Aumentar la capacidad del sistema eléctrico. Colombia tiene como reto, especialmente, planificar el sistema eléctrico y reorientar sus objetivos. Esta es una necesidad, ya que en la actualidad el sistema eléctrico tiene algunas limitaciones como, por ejemplo, la infraestructura de líneas de transmisión en La Guajira para los proyectos de energía eólica.
“La mayoría de las plantas de viento están situadas en La Guajira, donde no hay líneas de transmisión, porque nunca hubo una demanda para llevarlas allá. Por lo tanto, la gran cantidad de generación eólica está represada allí y no se ha podido iniciar”, explicó.
Según Torres, nuestro sistema eléctrico estuvo planificado principalmente para las centrales térmicas y las hidráulicas, pero en el caso de las centrales solares, que se pueden ubicar en cualquier parte del país, tienen menos posibilidad de conectarse al sistema, “porque este no estuvo planificado para este tipo de generación más distribuida, se debe trabajar en ampliar la infraestructura”, añadió.
4. Seguridad jurídica y procedimientos. Otro de los retos destacados por el profesor tiene que ver con la necesidad de que el sector cuente con seguridad jurídica. “Todos necesitamos procedimientos y tiempos muy claros con las entidades que dan los permisos ambientales y de construcción, y con todos los demás actores del gobierno, para que se den las cosas entre los tiempos establecidos en la ley y que todo funcione armónicamente. A veces las corporaciones, sobre todo regionales, se toman más tiempo y eso dificulta, entorpece y encarece el desarrollo de los proyectos y, por lo tanto, al final, encarece los servicios”, aseguró.
Añadió además que se debe tener una mejor comunicación entre las distintas entidades públicas que participan en el desarrollo del sector: Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), Unidad de Planeación Minero Energética (Upme), Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg), Corporaciones Autónomas Regionales (CAR).
5.Las compras de la energía y créditos de los bancos. La forma de hacer las compras de energía y el entendimiento de los bancos sobre los términos de los créditos debe ajustarse: “Un proyecto de energía limpia no se puede hacer sin créditos por lo menos a 10 años o a 15 años y necesitamos que las compras de energía que hagan las electrificadoras correspondan con esos tiempos porque todo el mundo estaba acostumbrado a comprar energía por 2 o 3 años, pero eso era cuando era hidráulico y esto ahora tiene que ir cambiando”, enfatizó.
6.Fortalecimiento institucional. Por último, el país tiene el desafío de fortalecer sus instituciones para aumentar las capacidades de todo el sistema y responder a la dinámica del sector. Esto significa robustecer al ministerio de Minas y Energía, la Unidad de Planeación Minero-energética (Upme), la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) para que puedan ser más ágiles y atender a los cambios tecnológicos.