Noviembre de 2022
Durante la carrera descubrió otra de sus grandes pasiones: las finanzas. Hoy trabaja en un fondo de inversión de Private Equity. En el largo plazo quiere hacer un MBA en Estados Unidos y sueña con poder trabajar en inversiones enfocadas en tecnología.
Carrera: Ingeniería de Sistemas y Computación.
Promedio: 4,8.
Este ingeniero uniandino nos cuenta las 5 cosas que marcaron su paso por la Facultad de Ingeniería.
¿Por qué estudiaste Ingeniería de Sistemas y Computación? Desde muy niño me apasionó la tecnología y estudiar Sistemas me pareció un paso lógico. Sin embargo, mi enfoque hacia la carrera fue particular porque nunca he querido ejercerla. Desde muy temprano supe que quería hacer una carrera en finanzas y negocios, pero me parecía supremamente valioso y estratégico saber de tecnología, considerando que se volvió un asunto transversal para la humanidad. Esta carrera te da la estructura mental necesaria para entender, descomponer y solucionar eficientemente cualquier problema. Si pudiera regresar el tiempo, volvería a escoger Sistemas, pese a saber que haré una carrera en un campo diferente.
¿Cuál es tu mayor pasión? Me apasionan mucho las finanzas. En la universidad inscribí todos los cursos que alcancé sobre el tema y es un asunto del que puedo leer sin parar, ya sean noticias o artículos de actualidad.
¿Cuál fue la clase que más te impactó? Sin contar clases como Finanzas 3 con la Juliana Malagón y Mercado de Capitales con Carlos Pombo, que por mis intereses obviamente guardan un recuerdo muy especial en mi paso por la universidad, diría que la que más me impactó fue Probabilidad y Estadística 2 con Carlos Caro de Industrial. La inscribí como electiva en Ingeniería porque ni siquiera era parte del pénsum de Sistemas. Me pareció genial la buena vibra que Carlos transmitía en las clases y la pasión contagiosa con la que enseñaba. Me cambió por completo la forma de entender la Estadística y empecé a apreciarla como una herramienta poderosísima.
¿Cuál fue tu mayor aprendizaje en Uniandes? Lo resumo en tres aspectos: compromiso con la excelencia y la curiosidad intelectual, apreciación por el debate de ideas y capacidad de trabajar con personas de otras carreras y gustos totalmente diferentes. Más allá de eso, mi paso por la universidad me ayudó también a acercarme más a la realidad social del país.
¿En qué trabajas y cuáles son tus proyectos a futuro? Trabajo en un fondo de inversión de Private Equity. Al cabo de unos cuatro años quisiera hacer un MBA en Estados Unidos y me parecería genial poder trabajar en inversiones enfocadas en tecnología. Me parecería increíble también tener la oportunidad de trabajar un tiempo en Nueva York. Creo que es el sueño de cualquier financiero. Más allá de eso, todavía no sé y estoy abierto a las puertas que se puedan abrir en un futuro. Pero definitivamente siento que hay un montón de problemas en el país esperando a ser resueltos. Me gustaría poder aportar ahí, desde donde siento que la tecnología es una herramienta increíble para ayudar a resolverlos, con el potencial de poder impactar positivamente a millones de personas.
¿Qué consejo le darías a un “primíparo”? Siento que la universidad es una tierra de oportunidades. Desde el primer día uno está expuesto a un universo de actividades en la que te puedes involucrar y que van más allá de las clases. Unirse a un club o grupo de participación, inscribir materias de otras carreras que resulten interesantes, involucrarse en investigación con un profesor, irse de intercambio, unirse a una selección, vincularse a un deporte u otros temas extracurricular, asistir a eventos académicos del interés de cada uno, etc. Las oportunidades son muchas y de todos los gustos, y están ahí para quien las quiera aprovechar. Mi mayor consejo es que no las dejen pasar.