Diciembre de 2021
En diciembre de 2020, la Alcaldía de Bogotá lanzó Ágata, la primera agencia analítica de datos de Colombia y una de las pocas que operan en el mundo. Un proyecto sin precedentes que nació con el propósito de transformar la información de los ciudadanos en datos valiosos que permitan tomar decisiones que mejoren su calidad de vida.

Con este proyecto, Bogotá busca además posicionarse en el mundo como una ciudad inteligente. Un reto mayúsculo que estuvo, desde su primer día, en cabeza de Sandra Borda Ferro, una ingeniera industrial uniandina, para quien el análisis de datos se ha convertido en la base de su trabajo para mejorar diferentes entornos.

Su gusto por los números y su inquietud por entender en detalle cómo funcionan las cosas, la llevaron a tomar la decisión de estudiar Ingeniería y luego optó por hacer su énfasis en producción y finanzas. Su encanto por el análisis de los datos lo fue encontrando poco a poco a lo largo de su carrera.

Una vez se graduó como ingeniera realizó el Programa Integral de Dirección de la Universidad de la Sabana, y posteriormente un MBA en la Universidad de Barcelona. De manera complementaria realizó los cursos de Introducción al Análisis de datos para la toma de decisiones y Transformación digital, también en Los Andes.

Durante sus primeras experiencias laborales, en compañías tan importantes como Nielsen y Rappi, que fueron clave, de acuerdo con Borda, para potenciar y profundizar habilidades en ciencia, modelos, productos y estructuras de datos, esta ingeniera uniandina logró desempeñar labores estratégicas en diferentes áreas.

Uno de sus principales logros fue liderar el equipo de Data Science de Nielsen, inicialmente para Colombia y luego para la zona de América Latina del norte. “El reto en esta labor estuvo en liderar un área en la que si bien tenía conocimiento técnico no era experta, más aún teniendo en cuenta que este era el proyecto más grande –en ese momento– para la operación de la compañía en el país. Nuestro equipo de Data Science fue reconocido como el más innovador en el área de Data Science dentro del grupo de países en crecimiento”, agregó la ingeniera uniandina.

Una estrecha relación con los datos

Durante estos años de experiencia laboral, Borda ha centrado su trabajo en el análisis de datos como guía y base para el mejoramiento y la creación de procesos y equipos de alto impacto, más eficaces y exitosos.

Así que si alguien tenía las capacidades para asumir el reto de darle vida a Ágata, sin duda era ella, quien desde el inicio le aportó al proyecto una visión clara de la importancia de los datos y sus aplicaciones para mejorar la calidad de vida de las personas.

La analítica usada por Ágata ayuda, por ejemplo, a gestionar servicios sociales con una visión completa sobre los requerimientos de los ciudadanos, permite dar respuesta automática a solicitudes por redes sociales, disminuir el consumo de energía del alumbrado público con el uso de sensores inteligentes, hacer seguimiento a riesgos como inundaciones, deslizamientos o incendios forestales y ofrecer soluciones para que los comerciantes informales tengan acceso a microcréditos del sistema financiero con mejores condiciones, para evitar la usura, entre muchas otras posibilidades.

Ágata desarrolla soluciones innovadoras y sostenibles que promueven y mejoran la toma de decisiones a partir de los datos para definir las bases de una ciudad inteligente

“La magia de crear una empresa trae la oportunidad de poder definir de cero los diferentes pilares de la misma. En este caso, Ágata fue concebida como la agencia que desarrolla soluciones innovadoras y sostenibles que promueven y mejoran la toma de decisiones a partir de los datos, generando un impacto positivo en la sociedad, además de definir las bases de una ciudad inteligente”, señaló Borda.

Tanto en Ágata, como en sus demás experiencias laborales, Borda ha aplicado aprendizajes valiosos que le dejó su paso por Los Andes, entre estos el desarrollo de un pensamiento crítico y un esquema mental para abordar situaciones en busca de soluciones y encontrar en la diversidad la mejor manera de aprender y hallar formas diferentes y mejores de hacer las cosas.

“En la universidad tuve la oportunidad de conocer personas de diferentes carreras, culturas e ideologías y aprendí a valorar la diversidad tanto en el trabajo en equipo como en mi vida personal. No basarse en definiciones preestablecidas o paradigmas. Reconocí el valor de la flexibilidad aplicada al desarrollo personal. Si bien hay materias que definitivamente debes cubrir para ejercer una profesión, cada uno tiene la capacidad y la responsabilidad de diseñar su plan de estudios enfocado en lo que quiere hacer en el futuro. En la vida profesional lo he aplicado igual, creo que el plan de carrera no es responsabilidad de las empresas; aunque existen unos mínimos en un perfil para poderlo ejercer de manera adecuada, trabajar y prepararse para el rol está en la capacidad y responsabilidad de cada uno”, añadió.

En la universidad tuve la oportunidad de conocer personas de diferentes carreras, culturas e ideologías y aprendí a valorar la diversidad tanto en el trabajo en equipo como en mi vida personal.

En busca de la equidad

Sandra Borda es una de las tantas ingenieras que ha roto paradigmas y ha contribuido a cerrar las brechas de género que aún se presentan en el mundo. Si bien, ella ha tenido la posibilidad de asumir papeles de liderazgo en áreas técnicas con alta responsabilidad y ser reconocida en ellos, además de estar acompañada por otras líderes de gran trayectoria y admiración, reconoce que es innegable que todavía y en la medida que los trabajos son más técnicos, menos administrativos y existe una mayor responsabilidad, la proporción de ellas disminuye.

“Para seguir cerrando estas brechas, es necesario eliminar las etiquetas que históricamente hemos definido como trabajos de hombres y trabajos de mujeres, porque cualquiera de los dos tienen la capacidad de ejercer diferentes labores, lo importante es identificar las fortalezas de cada uno. Es clave que en lugar de buscar la igualdad –porque somos diferentes biológica, física y psicológicamente– busquemos la equidad y aprovechemos las diferencias. En la medida en que las mujeres tengamos las mismas oportunidades y se valoren las diferencias, de manera natural el mercado laboral irá eliminando estas inequidades”, concluye Borda.

“En la medida en que las mujeres tengamos las mismas oportunidades y se valoren las diferencias, de manera natural el mercado laboral irá eliminando estas inequidades”

Durante su gestión para darle vida a Ágata, encontró la oportunidad para que muchas mujeres de su equipo lograran ocupar diferentes espacios y roles estratégicos, en los que si bien la proporción de hombres sigue siendo mayor, logró generar las condiciones para seguir equiparando la balanza.

Su convicción siempre ha sido contar con equipos de trabajo diversos que logren sacar el mejor provecho de las diferencias y las fortalezas que tiene cada uno de sus miembros. Ese fue uno de sus grandes aportes para consolidar este gran proyecto que ahora deja para emprender nuevos retos.

“Para mí es muy importante que lo que Agata está haciendo realmente logre el impacto que sabemos que tiene, ese fue mi mayor compromiso”, concluyó.